Al mejor estilo Hollywood, las calles rosarinas fueron el escenario de una persecución digna de la gran pantalla. Este sábado dos hombres orientales fueron sorprendidos por la policía mientras atentaban contra la fachada de un galpón de 27 de Febrero y Provincias Unidas. Lejos de abortar su tarea tras la voz de alto, los compatriotas emprendieron una enardecida huida que terminó en barrio San Francisquito sólo cuando el coche en el que se escapaban se salió de la traza y terminó en la zanja. Pero ni ese traspié hizo que tiraran la toalla. Uno de ellos salió del vehículo y a los balazos intentó, sin éxito, hacerse paso: terminó muerto. Su compañero fue detenido y se recuperaba mientras tanto en un centro de salud local.

Según fuentes policiales consultadas por El Tres, los uniformados siguen ahora la pista de la mafia china; la principal hipótesis del caso es una disputa por territorio: los hombres habían pegado en la puerta de una empresa de caños en 27 de Febrero al 6300 una nota en letras orientales y luego abierto fuego sobre su fachada. El blanco: la firma Agustín Berasategui e Hijos SRL. 

Los oficiales que patrullaban la zona en aquel momento no podían creer tal episodio, mucho menos lo que sucedería luego. Dieron el alto pero los delincuentes hicieron caso omiso y se subieron a bordo de un Citroën C4 color gris. A toda velocidad los fugitivos manejaron 35 cuadras hasta que al llegar a Lavalle y Gaboto se toparon con otro patrullero que hizo que el piloto perdiera el control y se precipitara dentro de una zanja.

Sin embargo, la cosa no terminó ahí. Acorralados, uno de ellos salió del auto y abrió fuego pero un disparo alcanzó su cabeza y acabó con su vida. En tanto su compañero, atrapado en el coche, fue detenido.

Según precisó El Ciudadano, el fallecido llevaba una cédula de identificación boliviana, a nombre de Yu Ken Seg, ciudadano taiwanés, nacido en 1981.