Lionel Messi se retiró este miércoles en camilla, con una aparente lesión en su rodilla izquierda, en el curso del partido que su equipo, Barcelona, empató 0-0 en el Camp Nou con Benfica de Portugal por la última fecha de la fase regular de la Liga de Campeones de Europa. Sin embargo, podría jugar el próximo domingo ante el Betis.

El crack rosarino, que aspiraba a alcanzar al otrora goleador alemán Gerd Muller en la cantidad de tantos anotados en una temporada (85), había ingresado al promediar el segundo tiempo, en reemplazo de Rafinha.

Messi se lesionó al chocar con el arquero de la escuadra de Lisboa, Arthur, quien se tiró a taparle abajo y chocó contra la pierna izquierda de la Pulga que acababa de afirmarse en el suelo.

Fue el triste epílogo de un encuentro para olvidar que ni siquiera sirvió para que los lusos pasaran a octavos de final, porque el Celtic ganó su partido ante el Spartak.

No tan grave

Sin embargo, según el comunicado que hicieron público más tarde los servicios médico del club catalán, las pruebas a las que se ha sometido Messi a la conclusión del partido confirman que solo sufre "una contusión ósea" en la cara externa de la rodilla izquierda.

"La evolución clínica marcará la disponibilidad del jugador para el próximo partido, domingo contra el Betis", ha informado el Barcelona.

Por tanto, si Messi finalmente juega ante el conjunto andaluz, tendrá la oportunidad de batir el récord de 85 goles en un año natural (lleva 83) que el alemán Gerd ´Torpedo´ Müller logró en 1972.