Motochorros aprovechan el semáforo de avenida Eva Perón (Córdoba) y las vías del ferrocarril (frente al Complejo Village) y armados concretan un robo pese a estar rodeados por decenas de automovilistas, motociclistas y peatones. El hecho se repite una y otra vez en ese punto y otros de la ciudad. Luis Valenti lo sabe pero esta vez le tocó sufrir el hecho a él: la violencia, la impotencia y después la inquietud para que eso que le ocurrió no se repita. Así que después de hacer la denuncia en la seccional 14 envió una carta de bronca-denuncia.

El hecho ocurrió el viernes 18 de enero, a las 20.45, en una hora de mucho movimiento en la zona del complejo de cines. “Mientras esperaba que el semáforo diera paso, dos individuos en una moto, uno de los cuales desciende de la misma y me coloca un revólver 38 largo en la cabeza, me obligan a darle mi moto: una Honda Tornado XR 250 negra, dominio HLG 728”, introduce Luis.

El texto continúa: “Sorprendido y aturdido por la situación le doy la moto, a lo cual el delincuente me dice: «Y dame la alarma o te cueteo ya». Le entrego la alarma que saco de un bolsillo, todo esto en una situación que habrá demorado menos de un minuto, ante la mirada indiferente de un montón de automovilistas y peatones, muchos de los cuales asisten a este espectáculo que se repite diariamente.

“Hoy me tocó a mí, y paradójicamente debo estar contento, pues no recibí ni un golpe ni una bala, pero el hecho en sí me lleva a ciertas reflexiones: una de ellas es lo impertérrito y anestesiado de parte de la sociedad ante este tipo de situaciones (a la que no culpo, pues nadie quiere recibir un balazo en forma gratuita), como si se estuviera peligrosamente acostumbrando a convivir con la delincuencia, la marginalidad, y la miseria, junto con la mirada cómplice de muchos de los funcionarios de turno.

“La cantidad de robos que se suceden en la zona es innumerable, en ese horario es numerosísimo el tráfico de vehículos que se dirigen a Fisherton, Funes, al cine Village;  y no vi un solo móvil policial en una hora posterior al incidente.

“Lamentablemente estos episodios van en aumento, con una trama social visiblemente fragmentada, donde el que tiene capacidad económica, puede acceder a una buena educación, salud, seguridad, justicia, para él y su entorno, y el resto mala suerte.

“Así estamos , y así vamos, saliendo de nuestras casas y no sabiendo si volvemos, pues ante el hecho de sufrir un robo y darle lo que tengamos, no nos aseguramos seguir viviendo.

“La sensación de inseguridad, a la que hace referencia el gobierno, me pareció bastante real, tan real como el revolver 38 con que me apuntaron, tan real como el colectivo que debí tomar para volver a mi casa, tan real como que tendré que empezar de nuevo. Pero eso si, contento y agradecido porque en la ruleta rusa que nos toca vivir, ellos me dieron una nueva oportunidad”.