Ni una sola palabra de amor, el corto del Niño Rodríguez que se viralizó en las redes sociales, tuvo su cierre virtual este martes, en un diálogo colectivo entre el realizador, la actriz Andrea Carballo, los productores Rafael Di Veroli y Flavia López Foco, y, por supuesto, la pareja protagónica: María Teresa y Enrique.

El “epílogo” de la historia se desarrolló este martes, en el canal de Rodríguez en YouTube mediante un hangout. Detrás la movida estuvo Google Argentina.

El corto resume una serie de llamadas que María Teresa le hizo a Enrique y que quedaron registradas en un contestador. Tras dar con el audio de esos mensaje, el realizador rosarino trabajó con los productores y la actriz –que le pone el cuerpo a la voz femenina– en la filmación.

"Hace 15 años teníamos algunos problemas de comunicación y había que solucionarlos. Parecía que no se podían resolver y terminé echándolo. Un día me arrepentí, me sentía sola. Le habían prestado un departamento vacío y me dio el teléfono. Yo lo llamaba y le dejaba mensajes", aseguró María Teresa en el marco de la charla.
 
"Era el departamento de un amigo que había pertenecido a la suegra, tenía pocos muebles, pero tenía luz y gas y me servía. Había un teléfono con un contestador y cuando me fui no se me ocurrió borrar los mensajes", contó Enrique sobre el origen de las grabaciones.

Los mensajes tuvieron otro destino gracias a que Mariano Germán Flores los digitalizó y subió a la red.

"Un amigo compró un contestador automático en una feria a beneficio del Cotolengo Don Orione. Me llama para que escuche un cassette (que todavía conserva). Acá hay una historia de amor. Tenía media hora de todo tipo de llamados y en el medio, había unos cuantos llamados de María Teresa", señaló Mariano durante la charla.

También participaron el Niño Rodríguez, creador del corto, y la actriz que interpretó a María Teresa, Andrea Carballo.

Ambos dijeron estar "shockeados" cuando vieron en televisión a los verdaderos protagonistas de la historia. 
 
"Nos llamaban los periodistas, pero no sabíamos qué decir, estábamos sorprendidos. Estábamos en shock. María Teresa y Enrique parecían contentos con las notas. Nos quedamos tranquilos porque habíamos tenido suerte que fueran buena onda", apuntó el creador de Los pollos con moño.