En menos de 24 horas, los reclusos del pabellón no evangélico de la comisaría 3ª protagonizaron un nuevo motín con el mismo reclamo: mejores condiciones habitacionales. Armaron un boquete y quisieron prender fuego a sus colchones, pero los oficiales de guardia lograron detenerlos a tiempo. Algunos de ellos serán trasladados a otras seccionales.

Según informó el periodista Fernando Carrafiello del móvil de Radio 2, la revuelta se inició en la noche del martes, a sólo horas de la primera protesta. En la madrugada de ese mismo día, los 16 reclusos del área llamaron la atención de los uniformados a viva voz: exigían productos de limpieza y atención médica. Incluso, tres de ellos tuvieron que ser derivados a un centro de salud por sarna.

En esta ocasión, de acuerdo a lo que precisó Lilian Echegoy, de la Coordinadora de Trabajo carcelario (CTC), los presidarios hicieron un boquete en el patio de visitas. “Estaban muy alterados”, detalló y señaló que entre las necesidades pedían algunos traslados.

Echegoy indicó que 12 reclusos serán trasladados antes del final de jornada.