El sol se desperezaba entre nubes negras y teñía, con sus rayos, el horizonte de violeta. Olor a lluvia en el aire. El Servicio Meteorológico Nacional marcaba máximas de 30 grados y advertía de la llegada de chaparrones de un momento a otro.

Los días grises continuarían hasta el domingo. Y el termómetro jugaba al subibaja: el viernes la máxima descendería a 24 grado para volver a subir el sábado a 29 y de nuevo bajar el domingo a 17.

En un día gris, una canción azul.