Casi al mismo tiempo en que se confirmaba una nueva muerte por los saqueos perpetrados la semana pasada en Rosario, el Ministerio de Seguridad de la provincia dio a conocer este miércoles que un policía fue detenido, acusado de disparar y provocar el fallecimiento de una mujer durante un tumulto en la zona sur.

“Fue detenido y puesto en disponibilidad un sargento de la Policía pero esto no tiene que ver con el accionar coordinado de la fuerza”, aclaró el secretario de Seguridad, Matías Drivet.

Explicó que el disparo, presuntamente hecho con el arma reglamentaria el efectivo, habría sido “ante una agresión que sufrió su esposa, que vive arriba de un supermercado de dueños de nacionalidad china” que fue atacado, en España al 6300 (barrio Las Flores).

“Si hubo violación del uso de su arma reglamentaria, actuará la Justicia”, sentenció el funcionario en ocasión del lanzamiento de nuevas herramientas para que testigos de los saqueos realicen denuncias o presenten pruebas.

Remarcó que desde el Ministerio sólo se había autorizado a la Policía provincial el uso de “balas antitumulto, llamadas balas de goma, y gases lacrimógenos” durante la ola de robos del 20 y el 21 de diciembre últimos.

“No nos caben dudas que algún tipo de organización hay”, dijo Drivet en relación a los autores intelectuales de las estampidas contra supermercados y otros comercios de Rosario y Villa Gobernador Gálvez, en medio de las severas consecuencias que dejó el último temporal y ante la proximidad de las Fiestas de fin de año.

Por otra parte, se refirió a la confirmación –hecha también este miércoles– de una nueva muerte por los enfrentamientos que generaron los saqueos y dijo que la cifra oficial de víctimas fatales es de tres.

“Se maneja que son cuatro personas, pero una habría fallecido en relación con otro acontecimiento cercano a un lugar donde había saqueos”, sostuvo el secretario.

Por la mañana, una mujer de 36 años que fue herida con un arma de fuego murió y se sumó a otras dos por el estallido de la semana anterior.

Carina Paz ingresó al hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) con un disparo en el cráneo –por el que se apunta al sargento detenido– y en estado de descompensación. Fue una de las 24 personas lesionados durante las jornadas violentas del jueves y viernes.