Al menos 23 personas murieron hoy y otras 48 resultaron heridas en otra jornada de violencia confesional en Irak, en la que también se informó del hallazgo de 11 cadáveres en las calles de Bagdad.
En el ataque más mortífero, ocho personas murieron hoy y otras quince resultaron heridas en la explosión de un coche bomba en un mercado popular en el este de Bagdad, según fuentes policiales.
Anteriormente, las fuentes habían indicado que cinco personas habían perdido la vida y otras diez sufrido heridas por el estallido de un vehículo aparcado en un mercado popular cerca de la mezquita Al Fardus, en el barrio de Hai Auar.
Las ambulancias se trasladaron al lugar para evacuar a los heridos, mientras que los bomberos acudieron a sofocar el fuego causado por la explosión.
Esta misma mañana siete personas han perdido la vida y otras 22 han resultado heridas en la explosión casi simultánea de dos vehículos cargados con explosivos en el barrio de Bab Al Muazam, en el centro de Bagdad.
También en la capital, otras dos personas perdieron la vida y cinco más sufrieron heridas en un ataque con coche bomba en el barrio de Zayona, en el este de la ciudad.
En un incidente distinto, un civil murió y otros dos resultaron heridos cuando un artefacto que tenía como objetivo una patrulla policial explotó en la localidad de Zafaraniya, a 30 kilómetros al sur de Bagdad.
Por su parte, el vicegobernador de la provincia iraquí de Salahedin resultó herido cuando una bomba explotó al paso del vehículo en el que viajaba cerca de Tikrit, 170 kilómetros al norte de Bagdad.
Las fuentes explicaron que Abdala Yibara sufrió heridas de mediana gravedad cuando se dirigía en coche a su oficina en Tikrit, capital de la provincia de Salehedin.
Uno de sus guardaespaldas también resultó herido en el ataque.
En esa misma provincia, tres personas -un policía y dos supuestos insurgentes- murieron y otras dos resultaron heridas en un tiroteo entre un grupo de hombres armados y agentes de la policía iraquí en el municipio de Sharqat.
El enfrentamiento estalló cuando los agentes llevaban a cabo una redada en una casa en la que estaban atrincherados los rebeldes.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a cuatro personas en esa operación.
Por otro lado, las tropas iraquíes han matado a dos supuestos insurgentes y han detenido a otros trece dentro del plan de seguridad para Bagdad "Aplicamos la Ley".
En la ciudad de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, un grupo de hombres armados, supuestos insurgentes, han volado un oleoducto.
A consecuencia de la explosión se ha declarado un gran incendio.
El oleoducto conectaba los pozos petrolíferos próximos a la ciudad de Kirkuk con la refinería de Beiyi, en la provincia de Salahedin, una de las más importantes del país.
Mientras que la policía iraquí informó hoy del hallazgo de 11 cadáveres en las calles de Bagdad en las últimas doce horas.
Los cuerpos presentaban señales de haber sido torturados, tenían las manos atadas, los ojos vendados y varios impactos de bala en la cabeza.
En el ataque más mortífero, ocho personas murieron hoy y otras quince resultaron heridas en la explosión de un coche bomba en un mercado popular en el este de Bagdad, según fuentes policiales.
Anteriormente, las fuentes habían indicado que cinco personas habían perdido la vida y otras diez sufrido heridas por el estallido de un vehículo aparcado en un mercado popular cerca de la mezquita Al Fardus, en el barrio de Hai Auar.
Las ambulancias se trasladaron al lugar para evacuar a los heridos, mientras que los bomberos acudieron a sofocar el fuego causado por la explosión.
Esta misma mañana siete personas han perdido la vida y otras 22 han resultado heridas en la explosión casi simultánea de dos vehículos cargados con explosivos en el barrio de Bab Al Muazam, en el centro de Bagdad.
También en la capital, otras dos personas perdieron la vida y cinco más sufrieron heridas en un ataque con coche bomba en el barrio de Zayona, en el este de la ciudad.
En un incidente distinto, un civil murió y otros dos resultaron heridos cuando un artefacto que tenía como objetivo una patrulla policial explotó en la localidad de Zafaraniya, a 30 kilómetros al sur de Bagdad.
Por su parte, el vicegobernador de la provincia iraquí de Salahedin resultó herido cuando una bomba explotó al paso del vehículo en el que viajaba cerca de Tikrit, 170 kilómetros al norte de Bagdad.
Las fuentes explicaron que Abdala Yibara sufrió heridas de mediana gravedad cuando se dirigía en coche a su oficina en Tikrit, capital de la provincia de Salehedin.
Uno de sus guardaespaldas también resultó herido en el ataque.
En esa misma provincia, tres personas -un policía y dos supuestos insurgentes- murieron y otras dos resultaron heridas en un tiroteo entre un grupo de hombres armados y agentes de la policía iraquí en el municipio de Sharqat.
El enfrentamiento estalló cuando los agentes llevaban a cabo una redada en una casa en la que estaban atrincherados los rebeldes.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a cuatro personas en esa operación.
Por otro lado, las tropas iraquíes han matado a dos supuestos insurgentes y han detenido a otros trece dentro del plan de seguridad para Bagdad "Aplicamos la Ley".
En la ciudad de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, un grupo de hombres armados, supuestos insurgentes, han volado un oleoducto.
A consecuencia de la explosión se ha declarado un gran incendio.
El oleoducto conectaba los pozos petrolíferos próximos a la ciudad de Kirkuk con la refinería de Beiyi, en la provincia de Salahedin, una de las más importantes del país.
Mientras que la policía iraquí informó hoy del hallazgo de 11 cadáveres en las calles de Bagdad en las últimas doce horas.
Los cuerpos presentaban señales de haber sido torturados, tenían las manos atadas, los ojos vendados y varios impactos de bala en la cabeza.