A mitad de año el aumento del precio de la harina preocupó a panaderos y clientes por igual. Comida indispensable en la mesa de los argentinos, el pan había trepado a 20 pesos. El motivo, la faltante de trigo. Pero a principios de julio los panaderos lograron llegar a un acuerdo con la secretaría de Comercio Interior y la Federación Argentina de la Industria Molinera (Faim), para vender un porcentaje de su producción a 10 pesos. El titular de la Asociación Industrial Panaderos de Rosario Gerardo Di Cosco sostuvo que el llamado “pan social” funciona bien, sobre todo en la zona sur pero que esto tiene que ver con el esfuerzo de los comerciantes para hacer cumplir el acuerdo.

En diálogo con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf por Radio 2, Di Cosco explicó que los molinos nucleados en la Faim aceptaron venderles a los panaderos el 10 por ciento de sus compras habituales de harina a menor precio. Es decir, llevar la bolsa de 270 pesos a 150 para vender una partida de pan a 10 pesos el kilo.

Existe, según aclaró Di Cosco, un límite en cuanto a la cantidad de bolsas lo que ha generado que algunas panaderías se manejen con dos precios.

De todos modos, admitió que los panaderos están “conformes” con esta primera aproximación al problema aunque advirtió que se debe buscar una solución definitiva.