La temporada de verano puede convertirse en una pesadilla. Un grupo de vecinos de zona norte envió una carta a la intendenta Mónica Fein y al secretario de Control, Pablo Seghezzo, expresando preocupación por la situación en el barrio Alberdi. Denuncian picadas ilegales, ruidos hasta entrada la madrugada, desmanes entre personas y “el más absoluto descontrol de boliches y fiestas que hacen imposible vivir y descansar”.

Se trata de un grupo de personas que vive en la zona comprendida entre la bajada Gallo y Gurruchaga y zona de Costanera. Cansados de la situación que se repite en cada temporada de verano, hicieron reclamos en el sitio web del municipio, en la comisaría 10ª, en el centro de distrito norte “Villa Hortensia”, en reparticiones muncipales del centro y ante una concejala del barrio. Sin embargo, no tuvieron respuestas concretas y decidieron enviar la carta a la intendenta y el secretario de Control.

“Tenemos dos problemas muy graves: no podemos descansar en nuestros hogares y vivimos amenazados sin conseguir que nadie nos atienda”, expresaron los vecinos. En diálogo con Rosario3.com, Marco –uno de los damnificados– contó que “la zona es un descontrol absoluto” y “pareciera que ninguna autoridad tiene jurisdicción”. Explicó que ante cada denuncia que presentaron en diferentes ámbitos nunca obtuvieron respuestas concretas.

“Nos dicen «tenemos el mismo problema en zona sur» o prometen enviar un móvil de control que nunca llega. Muchas veces las respuestas nos causan impotencia”, describió.

Además, dijo que muchos vecinos que pueden llegaron a tomar la decisión de abandonar sus casas los fines de semana, para irse de algún familiar o a un hotel para poder dormir.

La carta

En la carta enviada a Fein y Seghezzo, los vecinos indicaron: “Nos sentimos en la más absoluta soledad cada vez que reclamamos por los constantes disturbios y violaciones a diversas normas legales y contravencionales que ocurren a diario en nuestro barrio”.

Y detallaron algunas de las situaciones que viven a diario: “De lunes a jueves comienzan las picadas alrededor de las 23 y se prolongan hasta las 2.30 o 3 de la mañana y a veces más. Generando una situación insostenible de ruidos y altísimo riesgo para el resto de los vecinos que circulan”.

“Todo esto que describimos ocurre bajo las cámaras de videovigilancia colocadas por la Municipalidad. Allí hay por los menos dos cámaras. Es curioso, ya que, tenemos entendido que estas cámaras se encuentran allí para detectar la comisión de contravenciones o delitos y dar aviso al 911 o al organismo pertinente”, agregaron.

También denunciaron el “caos total” que generan los boliches de la zona durante viernes, sábados, vísperas de feriados y a veces días de semana con “música al aire libre a volúmenes insoportables”.

“Además estos locales organizan recitales al aire libre, como si se tratara del anfiteatro a las 2.30 de la mañana hasta las 4 o 5 y luego continúan con la música siempre al aire libre, hasta pasadas las 6”, añadieron en la misiva.

Otro ejemplo que citan denunciando el descontrol es que en estas fiestas de los boliches “lanzan fuegos artificiales cayendo muchas veces sus restos y algunos encendidos en los techos, patios y jardines de viviendas generando riesgo de incendio”.

Además sostienen que los autos de las miles de personas que concurren a la zona los fines de semana por la noche “estacionan en cualquier lado, incluso sobre veredas y jardines, muchos de ellos poniendo también música”.

“No es posible que por el interés privado de quienes lucran violando leyes y ordenanzas municipales se les arruine la vida a la mayoría de la gente que vive en el barrio y necesita simplemente descansar para llevar sus vidas adelante”, agregaron en la carta.

Y pidieron a las autoridades de la ciudad “que actúen y verifiquen si se cumplen con las ordenanzas vigentes y que quien no lo haga, sea funcionario o empresario, sea sancionado como corresponde”.