Las picadas de autos y motos son un tema que no deja de generar debate a nivel municipal. Por eso, desde el Concejo exigen que se habilite un espacio de la ciudad, controlado por privados, para que los fanáticos de esta actividad puedan desarrollarla con todas las normas de seguridad.

“Creemos que es necesario destinar espacios de la ciudad para las picadas, para que los muchos rosarinos que son fanáticos de este deporte no tengan que ir a otras localidades”, resumió el edil del Pro, Roy López Molina.

El concejal dijo que “sólo falta la aprobación del Ejecutivo municipal” para que se pueda habilitar un picódromo “en condiciones de seguridad y no de clandestinidad”.

López Molina descartó al autódromo municipal como una opción viable para este propósito: “El autódromo está impedido porque la Municipalidad no cumplió con las medidas que le exigieron en los últimos años”.

“Es por los propios incumplimientos que ese no puede ser un lugar propicio para las picadas”, concluyó.