Un playero de una estación de servicio ubicada en Córdoba y Oroño reclamó mayor seguridad después de una serie de asaltos sufridos y fue despedido por los dueños del local. El caso tiene un agravante. “No sé a quién recurrir porque la empresa pertenece al sindicato”, manifestó.

La historia de Leonardo López es injusta por donde se la mire. El viernes de la semana pasada le contó a Telenoche (El Tres) que sus compañeros habían sufrido un asalto a mano armada. Recordó que semanas antes había ocurrido lo mismo y planteó que necesitaban una respuesta urgente: tener mayor seguridad y al menos disponer de custodia privada.

Los titulares del comercio escucharon el reclamo pero su reacción estuvo lejos de ser positiva. “Este miércoles a las 14 me comunicaron que estaba despedido. El telegrama dice que es por “reestructuración de la planta” pero el único alcanzado fui yo”, afirmó el ex empleado a Rosario3.com.

Leonardo aseguró que estaba en blanco y que ingresó a la firma Azul Combustible en diciembre de 2011. “El problema es que no sé a quién recurrir porque los dueños de la empresa son del sindicato de playeros (Sindicato Obreros de Estaciones de Servicio, Garages, Playas y Lavaderos Automáticos -SOESGPyLA-). Ellos tienen cinco estaciones en total".

"En la estación que estaba yo éramos 16 empleados y nuestra patronal es el sindicato, entonces es raro, ¿para qué voy a ir a reclamar”, dijo.

En la nota que dio al Tres, el empleado había señalado: “Nos da bronca que no pongan seguridad privada. Mientras está la prórroga (en alusión al paro realizado y las negociaciones posteriores), ¿qué hacemos?, ¿esperar un compañero muerto?”.