Ocho efectivos policiales, entre ellos el jefe de una sección, fueron desplazados de sus cargos luego de que se descubriera que le permitían salir en libertad a un compañero suyo, detenido en una comisaría, para que tuviera relaciones con su pareja en una vivienda de esta ciudad.

El policía detenido, a quien los efectivos ahora desplazados dejaban salir en forma irregular, está acusado de regentear un prostíbulo, en una causa por la que también se encuentra detenida su pareja, en otra dependencia.

Cuando la propia Policía y la Justicia local descubrieron lo que ocurría, se produjo el desplazamiento del jefe de la sección de Custodia de Objetivos Fijos, Personas y Traslado de Detenidos, y de otros siete efectivos, según informó la agencia NA.

Como consecuencia de la investigación ordenada por el juez Rodolfo Pradas, titular del juzgado federal Nº3, fueron desplazados en total ocho efectivos policiales de la Sección Custodia de Objetivos Fijos, Personas y Traslado de Detenidos, entre ellos su jefe, comisario Néstor Ávalos, de acuerdo con lo señalado por el diario La Capital de esta ciudad.

El policía que estaba detenido y que despertó este escándalo fue identificado como René Obdulio Villagra, un ex integrante del mismo Servicio de Custodia de Traslado de Detenidos, mientras que su pareja fue identificada sólo con el nombre de pila, Liliana.

Ambos habían sido detenidos el 27 de agosto del año pasado durante un allanamiento en el que fueron encontradas en un domicilio ocho mujeres paraguayas y cuatro argentinas que ejercían la prostitución.

Tanto a Villagra como a su pareja se les atribuyó la responsabilidad de "sostener y administrar" el lugar donde ejercían la prostitución esas mujeres y el mismo juez, Rodolfo Pradas, es quien había dictado en su momento la prisión preventiva del policía y de su pareja.

Por su condición de policía, a Villagra se lo alojó desde un principio en la comisaría de Playa Serena, mientras que a la mujer se la derivó al Destacamento Femenino.

Todos los sábados por la mañana, Liliana era trasladada desde su lugar de alojamiento hasta la comisaría de Playa Serena, en donde se le autorizaba una visita intercarcelaria por orden judicial..

Durante esa visita compartía el tiempo con Villagra. Pero el sábado pasado la rutina cambió. "A las 10.30 Villagra debía presentarse en la Clínica Colón, donde gracias a un permiso otorgado por la Justicia tenía previsto ser sometido a un estudio médico", se señaló.

El juez Pradas solicitó un monitoreo del traslado de Villagra a la clínica, pero se lo encargó a la división de Drogas Ilícitas de esta ciudad, que finalmente descubrió la maniobra que le permitía al preso gozar de varias horas de libertad, junto a su pareja.

Los efectivos detectaron que una comisión del servicio de Traslado de Detenidos pasaba a buscar a la mujer por el Destacamento Femenino y junto a su pareja se subía a un vehículo. Luego, los policías vieron que "la pareja subía a un automóvil allí estacionado y luego se alejaba en dirección a una vivienda cercana al Bosque Peralta Ramos, en donde iban a mantener relaciones sexuales".