No contento con haber domado una ola de 27,5 metros, Garrett McNamara batió su propio récord Guiness al cabalgar una nueva pared de agua que, esta vez, alcanzó los 30 metros, aunque otros registros hablan de dos metros menos. A esa altura, da casi igual.

La proeza se concretó este fin de semana en Praia do Norte, Portugal. Allí, G-Mac, como se conoce a este hawaiano por adopción, superó la marca que había obtenido en el mismo lugar meses antes.

McNamara, de 45 años, posee varios títulos Billabong XXL que galardonan a las olas más grandes y peligrosas surfeadas en un año.

En 2012, además de ganar el premio a la ola más grande, obtuvo el premio a la caída más peligrosa por una resbalón en una pared de mas de 15 metros en Jaws, Hawai.

Un acercamiento a las playas de Nazare.