Una vez más Rodrigo, un comerciante de zona sur, se llevó una amarga sorpresa cuando abrió este jueves por la mañana su vivero de San Martin al 5600. Pensó que los dos robos que sufrió las últimas semanas habían sido suficientes. Pero no. Ladrones se metieron en su local y arrasaron con todo alrededor. Después de los últimos asaltos había poco para llevarse, así que destrozaron las plantas.
Consultado por el periodista Federico Aldaz, del móvil de Radio 2, Rodrigó aventuró que los delincuentes habrían trabajado durante la noche ya que al llegar este jueves a las 7.30 al local estaba todo ya destruido. El polvo de los extintores estaba derramado sobre las plantas y en el piso había incluso excrementos humanos.
“Es la tercera vez en 20 días (que me roban). El fin de semana pasado se llevaron una computadora, todas las herramientas, una hidrolavadora que usamos para regar y una bomba de agua”, precisó. Así, esta vez, poco había de botín.
Pero el vivero de San Martín y Bustamante no fue el único afeectado por la seña de ladrones salvajes. A dos casas de ese negocio funciona un cotillón que corrió similar suerte pocos días atrás.
Con la misma metodología, los ladrones habían ingresado al negocio y arruinado la mercadería con extintores de fuego.
Consultado por el periodista Federico Aldaz, del móvil de Radio 2, Rodrigó aventuró que los delincuentes habrían trabajado durante la noche ya que al llegar este jueves a las 7.30 al local estaba todo ya destruido. El polvo de los extintores estaba derramado sobre las plantas y en el piso había incluso excrementos humanos.
“Es la tercera vez en 20 días (que me roban). El fin de semana pasado se llevaron una computadora, todas las herramientas, una hidrolavadora que usamos para regar y una bomba de agua”, precisó. Así, esta vez, poco había de botín.
Pero el vivero de San Martín y Bustamante no fue el único afeectado por la seña de ladrones salvajes. A dos casas de ese negocio funciona un cotillón que corrió similar suerte pocos días atrás.
Con la misma metodología, los ladrones habían ingresado al negocio y arruinado la mercadería con extintores de fuego.