No, no son los miles y miles de fieles que desde mucho antes de que se abrieran las puertas del templo desbordan sus inmediaciones en Liniers. Pero centenares de rosarinos comenzaron a llegar este lunes hasta la iglesia de San Cayetano, en Buenos Aires y Cerrito, para agradecer o pedir algo tan básico como trabajo al patrono que lo representa.

A las 6 de la mañana comenzaron las misas en Rosario, donde se realiza una por hora. Mientras, a las 15, comenzará la habitual peregrinación que culminará, como es costumbre, con la homilía del arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, en la plaza de la Libertad.

Mientras, en los alrededores de la iglesia, se agrupaban los habituales puestos de venta, que ofrecen imágenes del santo, espigas, y productos más terrenales como comida, posters y juguetes.