Crónica de un desplome anunciado. Desde hace días los trabajadores del policlínico Pami II de zona norte advertían del estado del cielo raso de la terapia intensiva, debilitado por filtraciones de agua. Finalmente este lunes por la noche la estructura cedió y cayó parte de su techo. De milagro no se registraron heridos. En tanto los pacientes tuvieron que ser trasladados a otras salas mientras se busca una solución. Preocupa, sin embargo que el polvillo de los escombros se convierta en un foco infeccioso y complique aún más el cuadro de los enfermos.
Consultado por el periodista Fernando Carrafiello del móvil de Radio 2, el delegado del sindicato Norte, Alejandro Goroso, señaló que los pacientes tuvieron que ser trasladados de un sector a otro –los de Terapia Intesiva a Intermedia, éstos a Coronaria, y éstos a sala– debido al colapso del cielo raso que, no obstante, se veía venir. Una gotera de un baño del segundo piso filtraba desde hacía días agua al techo del primero, justo donde se ubican los enfermos más delicados. Era cuestión de tiempo, entonces que el techo colapsara.
De hecho, Goroso apuntó que un mes atrás se precipitó al suelo un pedazo de cielo raso y que "fue tapado con una sábana”.
Afortunadamente, ni en aquel entonces ni el lunes se registraron lesionados. El delegado sostuvo que el sindicato se encuentra dispuesto a colaborar para que el Pami continúe sus actividades habituales hasta tanto se normalice la situación. Pidió que se agilicen los trámites para arreglar la estructura.
“Vamos a poner todo lo necesario para solucionar este problema”, aseguró.