Un empate sin goles, chato, que no se festeja pero se valora. Eso consiguió Central ante Ferro en Caballito, en un partido por la fecha 32 de la B Nacional. Con este resultado, el equipo canalla llegó a los 64 puntos, 16 más que el cuarto, Sarmiento (48) que aún debe jugar. Esa diferencia aparece como determinante cuando restan sólo seis fechas (18 puntos) para el final del torneo, pero hasta que las matemáticas no digan que el ascenso es un hecho, la espera se hace molesta para los de Arroyito.

Quizás por esa diferencia de puntos lograda con quienes buscan uno de los tres puestos de ascenso, el canalla no salió con todo a buscar el triunfo. Fue algo superior al Verde pero casi no tuvo ocasiones claras de gol.

En el primer tiempo hubo dos disparos de media distancia -uno de Nery Domínguez y otro de Delgado- que fueron controlados por Carranza. El arquero local también contuvo un tiro libre de Méndez.

El conjunto del Tata Brown atacó muy poco y recién sobre el final de esa etapa apuró con un par de ocasiones. En una de ellas, a los 39 minutos, Delgado desplazó justo con el cuerpo a Illanez, cuando estaba solo en el punto del penal para abrir el marcador. De esa jugada salió una contra que finalizó con un remate impreciso de Toledo.

No hubo mucho más en un primer tiempo que pareció un amistoso entre dos equipos tranquilos con sus presentes. Ferro sin chances de ascender (sumó esta tarde 38 puntos) y con la amenaza del descenso dejada atrás, atacó poco y sin urgencias. Una actitud similar pero por otros motivos mostró el equipo de Russo: de gran campaña, puntero y a un par de puntos de lograr el ascenso.

En el complemento, el trámite no se modificó. Con el correr de los minutos y aburridos con el juego, los hinchas volvieron a sacar la calculadora para intentar calmar la ansiedad. Es que con el empate, la espera para que el ascenso se concrete se estira un poco más (en principio al menos dos fechas).

Hasta Delgado debe haber estado pensando en esos dilemas cuando a los 28 minutos fue a patear un tiro libro indirecto. El defensor probó (alto) al arco rival cuando todos esperaban el centro porque, claro, la sanción era "indirecta". Delgado agachó la cabeza por la tontería y se volvió al área, quizás retomando aquellas cuentas.

En eso andaban todos cuando a los 41 Correa casi rompe el libreto con un balazo desde afuera que pasó por encima del travesaño que defendía Caranta. A los 45 Toledo tuvo otra de cabeza pero le dio incómodo.

Empate en cero y un punto para cada uno que nadie festejó pero que conformó a todos. Ahora, el esperado retorno de Central a la Primera tiene una certeza. Si gana los dos próximos juegos -de local ante Defensa y Justicia y en Jujuy ante Gimnasia- festejará sin importar qué ocurra con los otros equipos.