Al final, el acampe por calle Mendoza al 900 se levantó este viernes a la tarde pero no por la voluntad de las autoridades sino por un acuerdo entre manifestantes y quienes se estaban perjudicando por la modalidad de reclamo (vecinos y comerciantes de la cuadra).
En la cuarta jornada de permanencia de las familias de desocupados agrupados en la Corrientes Clasista y Combativa (CCC) y los Pueblos Originarios –quienes llevaron adelante un piquete en la puerta de la Gerencia de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación– la medida se suspendió para no perjudicar a los negocios, que no podían abrir la puerta.
De todas formas, como el pedido de los manifestantes no fue atendido –una ayuda extraordinaria para pasar las fiestas de 100 pesos por familias y un plan de empleos solidarios-, el lunes se volvería a analizar posibles medidas de fuerza.
Según señaló a Rosario3.com Eduardo Delmonte, delegado local de la CCC, “nadie se ha acercado y al salir de escena nos colocan enfrentados con los comerciantes y no está bien. Tanto ellos como nosotros tenemos un reclamo legítimo, no queremos discutir con ellos por eso pediremos una reunión para tratar de arreglar las cosas, ver la manera en la que nosotros podamos manifestarnos sin perjudicarlos”.
“Hay vecinos que dicen que se quedan sí o sí. Ayer hemos extendido una gran lona para protegernos de la lluvia y mucha gente nos ofreció ayuda pero nosotros no queremos perjudicar a los trabajadores y por eso está la posibilidad de descomprimir la protesta”, agregó.
En la esquina quedará entonces una pequeña guardia para mantener vigente el reclamo, pero sin cortar la calle ni perjudicar a los comerciantes.