La lucha del rosarino Juan Pablo Chacra para reencontrarse con su hija Luciana, de siete años, parece no tener fin. Es que la madre de la niña, la colombiana Catalina Navarro, aprovechó una estadía de vacaciones en diciembre de 2012, en Cali –ciudad de la que es oriunda– para apropiarse de la nena y no regresar a Rosario, Argentina, donde residían los tres. Si bien Caracol Televisión logró contactar a madre e hija y las entrevistó para un programa especial, tanto la Policía colombiana como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar que deben hacer cumplir la orden judicial de restitución de la pequeña a su padre, argumentan que no pueden hallarlas.

El informe especial realizado por el programa Séptimo Día exhibe imágenes de Catalina Navarro, quien padece esclerosis múltiple y se encuentra en silla de ruedas desde hace un tiempo y de la pequeña Luciana, que no asiste a la escuela, a pesar de que por su edad debería hacerlo y casi no sale a la calle, ya que su madre se lo impide para evitar que la vean.

Según explica el reportero de Caracol Televisión, la madre que desacató la orden judicial, accedió a la entrevista televisiva con la condición de que no se revelara su paradero. Entre los interrogantes que el informe plantea, se insiste en comparar la tarea realizada por el medio de comunicación –que pudo localizar a madre e hija, a través de unos pocos contactos y llamadas telefónicas– y la inacción de las autoridades colombianas que parecen desoír la sentencia judicial y siguen sin ejecutar la orden judicial en favor del reclamo paterno.

La historia familiar

El caso que involucra a Catalina Navarro (colombiana) y a Juan Pablo Chacra (rosarino), padres de Luciana, se dirime a la luz de las leyes argentinas, ya que la pequeña nació en Rosario y vivió en esta ciudad hasta diciembre de 2012, cuando el grupo familiar se trasladó a Cali, Colombia, para pasar las fiestas de fin de año en compañía de los abuelos maternos.

“Como hacíamos todos los años, mi ex mujer viajó a comienzos de diciembre con la nena, con mi autorización expresa, como corresponde, y yo lo hice el 20 de diciembre para pasar las fiestas todos juntos. Yo regresé porque tenía que trabajar y ellas se quedaron a pasar las vacaciones de verano allí. Hasta ahí, nada salía de lo normal”, contó en diálogo con Rosario3.com, Juan Pablo Chacra, papá de Luciana.

En marzo de 2013, la nena tenía que empezar pre-escolar, pero, para sorpresa de Juan Pablo, Catalina empezó a decir que prefería quedarse unos meses más en Colombia. Según explica Juan Pablo, uno de los argumentos que esgrimía Catalina para quedarse en su ciudad natal era que allí había encontrado un tratamiento alternativo para su enfermedad y que el clima de Rosario no favorecía su recuperación. Además, decía que extrañaba mucho a su familia”, señaló.

Siempre de acuerdo al testimonio del padre, entre ambos progenitores no había conflicto o desavenencias previos, pero sí empezaron a discutir cuando la madre de la niña comenzó a negarse a regresar a la Argentina.

A partir de entonces, Juan Pablo planteó una demanda penal contra su ex mujer por “ejercicio arbitrario de custodia”, al impedirle el contacto con su hija. Tanto la Justicia de Argentina como la de Colombia fallaron en favor del planteo paterno, y ante esta situación, Catalina –que hasta entonces vivía con Luciana en la casa de sus padres, en Cali– se ocultó junto a la nena y se perdió su rastro.

“Al no poder verlas ni encontrarlas, efectué una segunda demanda penal por fraude a la resolución judicial, en virtud de que al desaparecer junto a nuestra hija, Catalina logró evitar el cumplimiento de la sentencia judicial”, explica Juan Pablo.

En la actualidad, y después de un año y medio sin ver a su hija (la última audiencia fue en marzo de 2014) Juan Pablo admite que se siente “mal, terrible, fatal”, porque si bien sabe que la nena está con su madre, quiere verla y sabe que tiene derecho a hacerlo.

“Cada tanto, me llaman desde números no identificados y puedo escuchar la voz de mi hija en mi celular. Luciana me dice que me quiere y escucho a su madre dictarle desde atrás. Me desespera saber que, a pesar de tener siete años ya, no está inscripta en ninguna escuela ni tiene obra social que garantice la atención de su salud. Por eso, voy a hacer una nueva presentación, para reclamar que se intensifique la búsqueda pasiva que hoy lleva adelante Interpol, a través del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Policía de infancia y adolescencia de Colombia”, dijo.

“Mi intención es que se realice un rastrillaje activo que me permita encontrar a mi hija y conseguir que se cumpla la sentencia judicial que reconoce mi derecho a verla, aunque los problemas con la madre no puedan solucionarse”, afirmó Juan Pablo, quien publicó un video para llegar hasta su hija, a pesar de la distancia.