El divorcio de Tom Cruise y Katie Holmes se preanuncia conflictivo. En medio de los 50 años del actor, la pareja decidió separarse y son muchos los que apuntan a la cienciología, la religión que sobre todo él practica con fervor.

La intérprete, muy por el contrario que su esposo, nunca se comprometió al cien por cien con la cienciología y no quiere que su hija siga el mismo camino que su padre, informó este viernes la web TMZ.

Katie Holmes ha solicitado la custodia legal de su hija de 6 años en la demanda de divorcio –en documentos presentados este viernes en Nueva York– porque no desea que Cruise controle las decisiones sobre ella que tengan que ver con la religión.

La cienciología, religión creada por L. Ron Hubbard que surge de la fusión de principios y prácticas del budismo y el hinduismo con el conocimiento o tecnología occidental, defiende que el hombre es un ser inmortal y espiritual, a la vez que cree en la reencarnación.

La actriz, de 33 años, cita en la demanda "diferencias irreconciliables" para solicitar el divorcio y acabar así con su matrimonio de cinco años con el protagonista de la saga Mission Impossible. "Éste es un asunto personal y privado de Katie y su familia. La preocupación principal de Katie sigue siendo, como siempre lo ha sido, lo mejor para su hija", explicó su abogado, Jonathan Wolfe.

El representante del actor remitió un comunicado en el que asegura que su cliente se encuentra "profundamente entristecido". "Él está concentrado en sus tres hijos. Por favor, respeten su privacidad", indicó.