Tommy es algo más que un perro, es un amigo fiel. El animal espera por su dueña Maria Margherita Lochi, que murió hace dos meses, en la iglesia de Maria Asunta, en San Donaci, en el sur de Italia. El funeral de la mujer se celebró en ese templo y, desde entonces, acude al lugar a la espera de su compañrea.
El perro, un pastor alemán de 12 años, ingresa siempre a la hora del servicio con la veña del párroco Donato Panna.Se queda hasta que termina la misa, e incluso más. Ni bien escucha las campanas se cruza de la plaza central del pueblito, el lugar donde vive ahora, hasta la iglesia, señala Il Messaggero.
Tommy, que era un perro callejero hasta que lo adoptó Lochi, asiste a todos los eventos tal como lo hacía con su dueña. Se sienta en el piso y sigue de cerca los bautismos, casamientos y funerales.