En una audiencia imputativa que se llevó a cabo este miércoles –y que continuará este jueves a las 14 después de un cuarto intermedio– fueron acusados una policía señalada por haber filtrado información de allanamientos a la presunta célula de Los Monos que opera en los barrios Ludueña, Empalme Graneros e Industrial. En el banquillo de los acusados también estuvo Kevin Fracchia, el hijo de la agente, que según el fiscal Pablo Socca es uno de los gatilleros de la organización; y Matías “Pino” César, condenado en 2021 por haber planificado los atentados contra edificios judiciales, domicilios de jueces y policías

De acuerdo a la información que presentó Socca en el Centro de Justicia Penal, la suboficial Analía Lorena Francia filtró datos que ayudaron a miembros de la célula de Los Monos a no ser ubicados en allanamientos que estaban por realizarse contra la banda. Entre los beneficiados se encuentran Jonatan Almada –uno de los cabecillas de la organización– y Alan Nahuel Carlini –presunto tiratiros que fue asesinado el 7 de enero en Solís al 300–.

La agente Francia daba la información personalmente a los presuntos narcos, o a veces la hacía llegar a través de terceros, a sabiendas de que su hijo Kevin Israel Fracchia también formaba parte de la banda como extorsionador, vendedor de droga y gatillero, según la teoría del caso. 

Analía Francia fue detenida al regresar de pasear a sus perros.

En una conversación mantenida vía Whatsapp el 18 de agosto del año pasado, el sicario Alan Carlini le contó a Jonatan Almada: “Quiero hablar urgente con vos. Está todo podrido. Amigo, me llamó la mamá de K (por Kevin). Le dijeron que sos el último eslabón que agarran y caen todos. Cuidate, hermano. El gil de Fabio Giménez se ve que batió la cana, algo así me dijo. La preguntaron si te conocía y ella dijo que no, por eso me llamó para que te avise que te iban a poner captura, hermano”. Cabe aclarar que el aludido Fabio Giménez es otro preso que acumula causas por homicidios por encargo y extorsiones.

Después de escuchar lo que le había dicho Carlini, Almada le respondió: “Amigo, es lo que salió en el diario. Decile que deje de mentir, que si tuviese tanta cabida me hubiese sacado el auto”. De esta forma, sugirió desconfianza hacia los apuntes que hacía Kevin Fracchia y su madre policía. 

Ese diálogo del 18 de agosto del año pasado no es una charla más. Fue tres días antes de un megaoperativo en todo barrio Ludueña y Empalme Graneros contra la banda. Analía Francia buscó entonces frustrar la detención de Almada, uno de los cabecillas, pasando información reservada. De hecho, en un momento de la conversación, Carlini le dice a Almada: “Me dijo del tema del allanamiento, que saque todo de la casa y de acá también”.

Kevin, el hijo de la policía que fue "salvado" por su arresto

Kevin Israel Fracchia, de 22 años, fue imputado este miércoles por integrar la asociación ilícita liderada por César, donde cumplía el rol de realizar extorsiones y amenazas a comerciantes de forma presencial, de vender droga (de hecho su nombre figura entre los dealers que quedaron anotados en los famosos Cuadernos de la droga que expuso De 12 a 14) y de recaudar dinero de la comercialización de estupefacientes.

Una de las hojas de los Cuadernos de la droga, donde figura Kevin como vendedor.

Según el fiscal, Fracchia también era el responsable de conseguir armas y municiones de alto calibre que escondía en su casa para luego entregarla para cometer balaceras por parte de la organización. También tenía a su cargo la vigilancia de domicilios usurpados (uno de ellos fue ocupado con ayuda de una empleada del Pami).

Kevin cayó junto a su madre el miércoles 1º de marzo en Mendoza al 600, en barrio Martin. Y su arresto es toda una paradoja: pernoctaba en distintos domicilios para no ser detenido y en la semana previa lo habían intentado matar al menos dos veces, por lo que su arresto pudo haber sido su salvación.

Fracchia fue arrestado por la Agencia de Control Policial.

"Mami, me corrió una Falcon. Gatilló atrás mío como seis o siete tiros. Ahora estoy esperando en la parada de Junín y Liniers", le contó el 21 de febrero pasado a través de una llamada telefónica el presunto gatillero a su madre policía –con carpeta médica desde mediados del año pasado–.

De acuerdo a las intervenciones telefónicas de la causa, el 27 de febrero pasado, un hermano de Kevin llamó a Analía Francia para decirle: "Má, tu hijo está vendiendo droga acá a la vuelta, de vuelta. Recién le tiró un tiro a los gendarmes y se metió acá. Está toda la cuadra llena de Comando y de gendarmes".

"Está loco, y dónde estaba, ¿En el búnker? No sé qué hacer, va a terminar mal ese pibe. Dejó de trabajar. No tiene ropa, nada. Debe estar re puesto, debe estar vendiendo para consumir él", le respondió Francia, la agente ahora imputada.

César, el verdadero jefe de la banda

Matías Nicolás César, alias “Marta” o “Pino”, fue acusado como el fundador de la presunta asociación ilícita. De acuerdo a actuaciones llevadas adelante en la causa, en los primeros meses de 2021 tejió una alianza con los reclusos Julián Aguirre y Andy Benítez, con quienes compartía el pabellón 8 de la cárcel de Piñero, para “copar” Ludueña, Empalme Graneros e Industrial.

César buscó a Aguirre y a Benítez porque eran de esa zona de Rosario, tenían conocimiento sobre qué comercios debían extorsionar y contra qué banda había que disputar el territorio, que es la estructura liderada por Francisco “Fran” Riquelme, otro recluso, que en este caso está relacionado con el condenado jefe narco Esteban Lindor Alvarado. 

En algunas ocasiones fue el propio “Pino” el que usó celulares desde Piñero para comunicarse con comerciantes y extorsionarlos, como así también “habilitó” a la banda a realizar amenazas al fiscal Socca a través del reparto de folletería que fue dejada en distintos edificios públicos en septiembre del año pasado. 

El fiscal también sostuvo que César fue el encargado de proveer la droga a la estructura delictiva organizada por Andy Benítez, Julián Aguirre, Jonatan “Peco” Almada y Mauro Gerez. 

El operativo que se dispuso en 2021 por el juicio por los atentados al Poder Judicial. (archivo Rosario3)

“Pino” fue condenado en septiembre de 2021 a la pena de 20 años de prisión por ser uno de los encargados de planificar los atentados contra edificios judiciales y domicilios de jueces y policías. Al momento de esa investigación era considerado la “mano derecha” de “Guille” Cantero.