Juan Domingo Argentino “Cascarita” Ramírez (51), antiguo integrante de la banda Los Monos que fue atacado a tiros el 22 de julio pasado en Rueda al 1800 –frente al hospital de niños Víctor J. Vilela–, murió en la noche de este jueves en el hospital de emergencias Clemente Álvarez. Su estado era crítico desde un primer momento. La balacera que sufrió tuvo lugar dos días después de que fuera visto en el Coloso Marcelo Bielsa como nuevo "referente" de la barra brava de Newell's.
Como ya publicó Rosario3 respecto del caso, Ramírez atendía su kiosco, que está ubicado dentro de su propiedad, cuando un sospechoso en moto golpeó la puerta y lo llamó. Al asomarse, recibió un disparo en el cuello y otro en una mano.
De acuerdo a los primeros indicios, el tirador tenía puesto casco y su moto llevaba una caja de delivery roja. Los peritos forenses que trabajaron en la escena secuestraron ocho vainas servidas calibre 9 milímetros.
Los testimonios recolectados en el barrio Hospitales dieron cuenta de que Ramírez usaba tobillera electrónica. Según los datos constatados por Rosario3, el viejo integrante de Los Monos dejó de estar en prisión domiciliaria el pasado 19 de junio, fecha en la que venció la pena federal por la que había recibido 4 años y 6 meses de prisión por venta de droga –sentencia que tuvo lugar el 21 de junio de 2022–.
El legajo federal que lo llevó a estar en domiciliaria cobró impulso en diciembre de 2020, cuando lo allanaron en Rueda al 1800, mismo lugar en el que fue baleado el 22 de julio.
La balacera a “Cascarita” fue a pocos metros del crimen del 20 de julio pasado, ya que Brian Nahuel Figueroa fue acribillado a tiros al salir del Coloso Marcelo Bielsa mientras manejaba un Polo en Virasoro al 1900. Dos gatilleros en moto se pusieron a la par y abrieron fuego contra los ocupantes del auto. Figueroa murió en el Heca, mismo hospital al que fueron trasladadas dos mujeres con heridas de arma de fuego en las piernas.
El viejo miembro de Los Monos ya había sido baleado en mayo de 2013 y en enero de 2014, de acuerdo a los registros que figuran en el sistema informático policial. Por fuera de sus condenas por asociación ilícita y venta de droga, tiene otros antecedentes. Uno de ellos fue la mediática fuga de la Jefatura de la Policía de Rosario en enero de 2014, cuando pegó un tirón de las esposas que lo tenían sujetado a una baranda y se echó a correr.
Ramírez, por los datos que tienen los investigadores policiales, tuvo causas por lesiones, amenazas, hurto, portación ilegítima de arma de fuego y robo agravado. En mayo pasado se le había sumado una denuncia por un abuso sexual que habría cometido hace más de 20 años, pero había sido desestimada por falta de evidencia.



