Este jueves a las 19.30 Nahuel, un comerciante de Fraga al 3100, recibió una amenaza telefónica y decidió acudir a De 12 a 14 para evitar que pase a mayores. 

En nueve segundos le dejaron al joven un mensaje claro y contundente: “Plata o plomo”. El número al que llamaron no es el comercial sino que el celular corresponde a la madre de Nahuel, algo que le llamó la atención.

Estamos preocupados y decidimos hacerlo público para que no pase a mayores. Tenemos un pequeño emprendimiento, somos tres personas: un empleado, mi mamá y yo. Abrimos a las 8.30 y cerramos pasadas las 20, trabajamos todo el día”, comenzó el joven amenazado. 

Además mencionó que no tiene dinero y hace un gran esfuerzo para llegar a fin de mes. “Yo alquilo acá y también donde vivo. No tengo casa propia y somos una víctima más de la inseguridad de la ciudad. Estamos asustados. Todos tenemos familia y esto nos preocupa. Pero la verdad es que plata no tengo”, contó. 

Sobre el negocio que está a su cargo, dijo que se trata de “un depósito dónde vendemos mesas y sillas. Hace dos meses que estamos peleando para pagar impuestos porque las ventas cayeron y hacemos un esfuerzo enorme para mantener al empleado que tenemos, somos una familia muy humilde”. 

Nunca notamos nada extraño, no tenemos problemas con nadie y nos llama la atención el llamado. Estamos sin dormir”, agregó angustiado y aseguró que ya dejó asentada la denuncia pero que por esa zona “nunca pasan móviles policiales”. 

En relación a las medidas privadas de seguridad en su local, el joven contó: “Tenemos cámaras pero eso no nos asegura nada. Acá siempre hay chicos en las veredas jugando, da temor que pase a mayores. Además nosotros siempre trabajamos a puertas cerradas por la inseguridad. Es incómodo y hace calor pero aunque sea sofocante es lo único que nos queda por miedo”. 

Después del llamado aseguró que continuarán vendiendo pero tomarán más medidas de prevención a pesar del costo que eso implica. “No puedo dejar de trabajar”, cerró.