El juez Fernando Sosa resolvió dictar prisión preventiva por el plazo de ley para los dos acusados de haber cometido el homicidio del niño de 13 años Juan Cruz Osuna, acribillado el pasado 6 de julio en un domicilio del sudoeste de Rosario, en una balacera que también dejó herido a su primo Thiago, de 8 años. Los imputados, Alexis Gauna (31) y el taxista Sebastián Masciarelli (52), comparecieron ante el magistrado tras haber sido aprehendidos hace 26 días.
La imputación estuvo a cargo de la fiscal Marisol Fabbro, quien les atribuyó la coautoría de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por el concurso premeditado de dos o más personas –tanto en grado consumado como tentado–. Y, en el caso de Gauna, también la portación del arma.
En las primeras horas del 6 de julio, Juan Cruz se encontraba jugando en el comedor de su casa, en Camino de los Quinteros al 2800, un sector semiurbano cercano al barrio Tío Rolo. Lo acompañaba su primo Thiago. Ninguno tuvo oportunidad de esquivar la lluvia de balas que vino desde el exterior.
La balacera fue ejecutada, según se investiga, por un gatillero que estaba a pie y luego se subió a un vehículo de alquiler. Del análisis de la escena del hecho surgió que resulta difícil que el tirador no haya visto a quiénes apuntaba, ya que la ventana no tenía persiana y sólo estaba cubierta por una cortina transparente. Por ello, la fiscalía sostuvo que el tirador fue decidido a matar. Al menos en esta etapa procesal, el juez Sosa acompañó esa hipótesis.
La fiscalía presentó “evidencia objetiva” de que el tirador fue Gauna, quien fue trasladado en taxi por Masciarelli, según la imputación. El seguimiento del coche a partir del GPS fue la clave de los elementos de cargo presentados por la fiscal.
Las víctimas estaban en el comedor mirando TikTok al momento de los siete disparos que rompieron la ventana e impactaron en ambos. El adolescente falleció minutos después en el Heca. Su primo fue asistido en el mismo hospital, luego derivado al Vilela y finalmente al Provincial, donde horas más tarde recibió el alta. El móvil de la agresión aún se desconoce, al menos en forma oficial: la familia de las víctimas afirmó en más de una ocasión que “no tenía problemas” con nadie, indicó un vocero judicial.



