El joven asesinado en la tarde de este miércoles en Ayacucho y Centeno mientras tomaba una gaseosa se llamaba Erik Jhon Díaz y tenía 19 años. Vivía en barrio Tablada y lo atacaron mientras se encontraba en la vereda con dos amigos, que también resultaron heridos y uno de ellos está en coma farmacológico por un tiro en la cabeza.

Erik murió en el Hospital Roque Sáenz Peña, donde ingresó descompensado por las graves lesiones que presentaba. A su lado estaba Lautaro Ronchi, el delantero de la cuarta división de Racing que recibió un balazo en el cráneo y ahora pelea por su vida en el Heca. También Lautaro M., de 20 años, que sufrió un roce de bala en cada pierna y fue dado de alta. 

“Era un buen chico. Lo conozco desde chiquito. Trabajaba, le gustaba jugar a la pelota. Era cadete. Era re buenito”, comentó en el programa Cada Día (El Tres) una vecina de Ayacucho al 3900, donde tuvo lugar el crimen.

La mujer añadió que la agresión ocurrió mientras Erik y sus dos amigos tomaban una gaseosa en la vereda. “Que se haga justicia. Tenía toda una vida por delante”, reclamó.

Erik había terminado la escuela, jugaba al fútbol en el club Leones y aspiraba a comprarle una casa a su madre. La madre de Erik decidió mudarse de Ayacucho al 3900 a mediados del año pasado junto a sus hijos. Pero la mujer siguió frecuentando la zona porque en esa misma cuadra tiene una rotisería