La iniciativa fue diseñada por el diputado radical Martín Berhongaray y respaldada por sus compañeros Lidia Áscarate, Alejando Cacace, José Cano, Gonzalo del Cerro, Gabriela Lena, Juan Martin, Lorena Matzen, Roxana Reyex, Víctor Hugo Romero y Sebastián Salvador.

El proyecto propone crear el "Programa Nacional de Prevención, Tratamiento y Control de la Fibromialgia", para que esas prestaciones estén garantizadas dentro del sistema de salud público y privado.

En ese sentido, la iniciativa establece que el objetivo principal del proyecto es incorporar a la fibromialgia dentro de las prestaciones comprendidas en el Programa Médico Obligatorio (PMO), garantizando su cobertura integral y obligatoria por parte de todas las obras sociales -del sector público, sindical o privado-, las entidades de medicina prepaga y los agentes que brinden servicios médico asistenciales a sus afiliados, independientemente de la figura jurídica que posean.

Berhongaray resaltó que "la importancia de contar con una Ley Nacional de Fibromialgia radica no sólo en la necesidad del reconocimiento de su cobertura integral -a través de su incorporación en el Programa Médico Obligatorio- sino también que, al tratarse de una enfermedad ciertamente inhabilitante, conforme sea el grado de dolencia, la persona pueda obtener el correspondiente certificado de discapacidad".

"Vivir con fibromialgia significa para muchos pacientes soportar un dolor constante y fatiga habitual, malestar generalizado y desgano que impide sostener una rutina de trabajo, actividad física y vida familiar. En muchas situaciones, esta enfermedad puede llegar a ser invalidante", remarcó el legislador.

Según consta en el proyecto, la fibromialgia resultó reconocida como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud en 1992, pero en nuestro país aún no goza de la suficiente cobertura a nivel asistencial, laboral y social, se destacó en la iniciativa.

En el país no hay estadísticas oficiales respecto de la cantidad de personas que padecen fibromialgia, pero se estima que la prevalencia de esta enfermedad oscila entre el 3 y el 6% de la población, según datos recabados a nivel global por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La fibromialgia afecta a las mujeres en una proporción diez veces mayor que a los hombres.