La posibilidad de que Vicentín termine directamente en la quiebra fue un temor que compartieron el presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker, y un grupo de diputados provinciales en la reunión que mantuvieron este martes en la casa central de la entidad.

El titular del principal banco del país recibió a los legisladores de la Comisión Investigadora del caso Vicentín y para comentar las gestiones que vienen realizando. Hecker estuvo acompañado por el director del Banco Serio Lozano y el gerente de Legales de la entidad, Sergio Barzola, quienes hicieron un repaso de las gestiones realizadas con la firma (sobre todo antes de la convocatoria porque luego siguieron el carril judicial) y las decisiones operativas que tomaron, como dejar de financiarla y bajarle de categoría, entre otras.

Los legisladores, entre los que estuvieron Luis Rubeo, Rubén Giustinianni y Carlos del Frade, quisieron conocer la opinión del banco sobre el plan de los acreedores comerciales para recuperar la empresa y evitar su desguace vía capitalización de acreencias y corrimiento de directivos y accionistas, y se llevaron como respuesta un fuerte apoyo a esa iniciativa.

En una reunión que fue calificada de muy positiva por las partes, legisladores y funcionarios coincidieron en que lo importante es lograr la recuperación de la empresa, el mantenimiento de los empleos y, también, que se conozca fehacientemente adonde fueron los casi 1.600 millones de dólares que no se pagaron a los acreedores.

Y también coincidieron en que no sólo es necesario el desplazamiento de directivos y accionistas, como condición para recuperar la empresa, sino también el apoyo y consenso del Estado nacional y las provincias involucradas.

Finalmente, otro punto saliente del encuentro, que se realizó por la mañana, fue que las partes compartieron el temor creciente de que la empresa termine en la quiebra.

Los diputados fueron los que pusieron la posibilidad sobre la mesa al expresar su visión de que si no hay un fuerte cambio de rumbo se avance derecho a una quiebra. Temor alimentado en la posibilidad de que la propuesta de pago que la empresa vaya a realizar en la convocatoria no sea buena y aceptable. Y ven probable que eso ocurra porque la firma sigue sin presentar un plan que explique de dónde saldrá el dinero para pagar, independientemente de la propuesta de pago que haga. Y la novedad es que, al escuchar el planteo de los diputados, el presidente  del banco público compartió esa percepción del serio riesgo de que Vicentín quiebre.

En efecto, según le relató a Rosario3 el vocero oficial del banco, para Hecker Vicentín sigue sin realizar avances concretos al recordar que en las conversaciones que tuvieron antes de que se presenten a concurso siempre les prometieron pero nunca le pusieron sobre la mesa un plan realista y ahora que los acreedores comerciales salieron con un plan propio, ellos lo rechazan pero siguen sin proponer un plan que siguen prometiendo pero no aparece.

En esas línea, el presidente del Banco Nación comparó la crisis de Vicentín con la de Molinos Cañuelas, empresa que –al entrar en crisis- mostró su interés en seguir operativa al no defaultear a sus proveedores comerciales y concentrar el impago en los bancos. Para Hecker, la decisión de no cortar la cadena de pagos con quienes le suministran la materia prima es la primera expresión de la voluntad de continuar que tienen las empresas en crisis financiera, resaltando que –por el contrario- en Vicentín los proveedores de granos son los más perjudicados porque no sólo les dejaron de pagar sino que les pesificaron las acreencias.

Para el presidente del banco, según relató el vocero oficial tras el encuentro, la empresa no muestra señales claras que generen expectativas favorables y lo que hacen es dilatar los tiempos.