El norte de Santa Fe y el desafío de producir en una región heterogénea

EL norte de la provincia se caracteriza por la diversidad de ambientes y multiplicidad de realidades socioculturales, productivas y económicas. ¿Cómo desarrollar tecnologías acordes a cada demanda?

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A diferencia del resto de la provincia, el norte de Santa Fe tiene una oferta diversa de ambientes y actividades productivas que dibujan un escenario heterogéneo con necesidades específicas. Frente a este contexto, el INTA trabaja en el territorio, identifica las demandas y desarrolla tecnologías y conocimientos acordes a cada necesidad. 

“En el norte de Santa Fe, hay mucha heterogeneidad y una marcada diferencia con el resto de la provincia”, señaló Marcelo Paytas -director del INTA Reconquista, Santa Fe-, al tiempo que se refirió a la diversidad de ambientes y multiplicidad de realidades socioculturales, productivas y económicas de la región.

En este sentido, hizo referencia a las diferencias productivas. “En el este, en el domo oriental y al lado del río Paraná, se encuentran los productores de pequeña escala y todas las cadenas: desde algodón, soja, girasol hasta la frutihortícola, así como las industrias. Está toda la cadena desarrollada, desde el campo a la góndola”, explicó Paytas.

Luego, hacia el oeste, se encuentra la Cuña Boscosa, de bosque. Allí, hay otras producciones: la de la leña, apicultura, producción ganadera bajo monte y animales menores. Le sigue la depresión central de los Bajos Submeridionales donde la ganadería extensiva de cría es la principal actividad. Aquí, el manejo del agua es clave para producir entre los períodos de inundaciones y sequías.

Por último, en el domo occidental, al límite con Santiago del Estero, se encuentran los productores y empresas más grandes, donde se encuentran productores y empresas tanto agrícolas como de ciclo completo en ganadería.

En referencia a las diferencias culturales, Paytas destacó la preponderancia del cooperativismo en el este de la región por sobre el resto de la zona, por lo que cambia la estrategia de abordaje con los productores.

Una diversidad más que se suma a la región es el factor climático. “En este, los suelos tienen un perfil muy poco profundo, por lo que, ante cualquier cambio en el registro de las lluvias, se entra inmediatamente en un estrés hídrico”, explicó. En cambio, hacia el oeste, los suelos son más profundos, con mayor capacidad de almacenar agua. Entonces, ante lluvias erráticas, los cultivos resisten. Además, varían las condiciones de nubosidad y consecuente radiación solar que aumenta hacia el este. “Todos estos aspectos tienen una fuerte impronta en las producciones y marcan las diferencias en los rendimientos”, señalo el director del INTA Reconquista.

 Aportes que acompañan a la diversidad

Frente a la heterogeneidad que caracteriza al norte de Santa Fe, el INTA Reconquista abarca un área de influencia abarca 5.6 millones de hectáreas e incluye los Departamentos de Vera, General Obligado, San Javier y 9 de julio. Allí, se trabaja en el territorio para identificar las necesidades de los productores y las comunidades para dar respuesta con tecnologías, conocimientos e innovaciones.

En este sentido, Paytas reconoció que el abordaje de acompañamiento varía según el tipo de productor y sus necesidades. “Con los productores de estructura familiar se viene trabajando hace muchos años en tecnologías para el acceso al agua, tanto para consumo humano y animal como para riego; al tiempo que se trabaja en arraigo, género y jóvenes, así como en aspectos de agregado de valor y comercialización”.

En cuanto a los productores medianos y grandes, la estrategia cambia y se trabaja junto con las cooperativas y con enfoque organizacional, así como la implementación de tecnologías para la trazabilidad, cada vez más demandado por mercados internacionales.

Lo mismo sucede con el desarrollo de maquinarias, según detalló Paytas, al tiempo que enumeró las cosechadoras de algodón, la de cereales y la de caña de azúcar. “Desarrollamos una máquina con un paquete tecnológico del manejo del cultivo”, aclaró el especialista quien no dudó en subrayar que “el INTA es una institución más que está en el territorio y que, junto con muchos otros actores y socios estratégicos, como son las escuelas, las comunas y los municipios, trabajamos en equipo”.

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