Agricultura, ganadería y lechería: en tiempos turbulentos, ¿cuál es la "foto" de cada negocio?

El analista Teo Zorraquín puso sobre la mesa todas las cartas que inciden, sin dudas, en los márgenes. Parches, rumores, brechas y costos

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Con la resolución 295/2023 la Secretaría de Agricultura oficializó la inclusión del maíz y la cebada cervecera dentro de los ‘productos regionales’ que serán alcanzados por el Programa Incremento Exportador (PIE). En ese sentido, cabe destacar que se liquidarán a un tipo de cambio de $340 hasta el 31/8 y a su vez se modificó los volúmenes de equilibrio de algunos productos para cumplir con la demanda local.

En este contexto, con cambios de reglas mediante, el analista Teo Zorraquín se refirió al escenario actual y futuro con la mira puesta en los negocios agrícola y ganaderos, contemplando la lechería. 

Negocio agrícola

El negocio agrícola pasa por la incertidumbre del corto plazo a partir de las medidas tomadas por el Gobierno recientemente. El nuevo Dólar Agro, que incluye al maíz, entró en vigencia y, paralelamente, el productor en medio de un ciclo biológico no sabe si conseguirá los insumos que necesita. ( la discusión hoy es por los fertilizante). En este escenario hay que moverse y tomar decisiones, sabiendo que dentro de 20 días la situación será distinta y deberá adaptarse nuevamente.

“Son las reglas de juego de la presente campaña. Parches y rumores, consignas raras para gobernar”, indicó Zorraquín.

Un “problema” que parece haberse minimizado o pasado desapercibido, es dónde está el faltante de la campaña agrícola y a qué integrantes de la cadena afectó más. La sensación de “no pasó nada», está en el ambiente. “El sector perdió alrededor del 50% de su producción y evidentemente no hay síntomas visibles en la cadena de semejante pérdida. Las razones pueden ser por ejemplo la liquidez anterior que se está volcando o se volcó ya al nuevo circuito productivo o bien la toma de créditos tanto bancarios como comerciales que sustituyen el faltante financiero”, explicó. Esto último restringirá la capacidad de maniobra comercial y de búsqueda de precio luego de la cosecha, ya que se debe cumplir los compromisos asumidos en posición cosecha, quitando margen de maniobra para defender el precio.

Según analizó, son pocos (o ninguno) los que piensan o se están preparando para un “cisne negro” o “algo puede fallar” en esta campaña. “La realidad nos pone en un lugar donde queda poco margen para otro fracaso productivo o para medidas económicas populistas”, indicó el experto.

Negocio ganadero

Se empezó a mover la cría o, mejor dicho, los precios de los terneros, que hoy se mueven entre los 550 $/kg y los 580 $/kg para la categoría entre 170 y 180 kilos/cabeza. Lo que representa una suba de un 10% a 15% en pocos días.

“En un año el valor del kilo del ternero a gatas alcanzó el 50% de aumento. Sumado a que la vaca gorda o manufactura en ese período subió un 75% y las vaquillonas o vacas preñadas valen lo mismo hace meses, queda claro el desastre en el que está sumido el negocio del criador”, sentenció.

Este leve aumento debería ser el primero de una serie y todo indica que así será en el último trimestre, con campos con más pasto y menor oferta de estas categorías. Mientras esto sucede, el novillo subió en un año entre el 60% y el 70% en un año (con inflación cerca del 120%) pero todavía no pegó el salto de precios que tuvo la invernada. Esto hace que la relación compra/venta del engordador, que le venía siendo muy favorable, ya pasó el 1,20 y sigue en ascenso, lo que generará un deterioro en su margen económico.

“Esto sucede con los feed lots con un alto nivel de ocupación de hacienda (novillos, novillitos, vaquillonas) que saldrán a mercado entre agosto y noviembre, con la esperanza que lo harán a mejores precios que los actuales, ya que al vender intentarán reponer comprando. Si se sigue la lógica, que muchas veces no aplica, los precios deberían seguir subiendo, tal como ocurre históricamente luego de una etapa de mucho atraso. Esto se daría en un entorno de período electoral, con inflación alta pero que ha sido beneficiada porque los precios de carne en mostrador crecen muy por debajo del índice de inflación general”, reflexionó.

El mercado interno está con mayor consumo superando los 50 kilos/habitante/año pero porque hay más oferta de carne sumado a que en términos relativos está barata. La exportación está firme, aunque perdiendo competitividad debido al atraso del tipo de cambio y porque China, el principal comprador en volumen, recién está empezando a demandar más y todavía con lenta recomposición de precios.

“Para 2024 es de esperar que haya una caída del stock por la mayor venta de vacas este año y porque habrá menos terneros. Otro ciclo más en sube y baja. Ojalá los que gobiernan dejen en paz a este negocio y no usen la carne como variable de ajuste o como recurso discursivo barato”, remarcó el especialista

Negocio lechero

El precio de la leche Siglea en junio fue de 102,20 $/litro (1391,72 $/kilo de sólido), lo que representa un aumento cercano al 6% respecto al mes anterior y casi un 114% respecto a un año atrás. Para julio se esperan valores acercándose a los 108 $/litro, en línea con la inflación.

“Como siempre aclaramos, el aumento de los costos del último año (costos de alimentación e indirectos principalmente) está bastante por arriba y además el valor de la hacienda en pie, que suele representar entre un 10% y un 15% de los ingresos de un tambo, sigue muy retrasado restando rentabilidad también”, afirmó. Y advirtió: “la implementación de un dólar especial para el maíz, es un golpe de knock out”.

A nivel país se observa un aumento paulatino de la producción (de 6% en junio respecto a mayo) y lo razonable es que esta tendencia se mantenga en los próximos tres o cuatro meses. “Queda la duda si el mercado interno podrá absorber más litros a mayor precio, dada la pérdida de poder adquisitivo de los salarios y con una exportación que empieza a teclear”, alertó.

En ese sentido, al analizar las exportaciones, resaltó que de enero a mayo hubo una caída del volumen del 12%, con Brasil aumentando fuerte su demanda, pero con China, Argelia y Chile con fuerte reducción. “El atraso cambiario y los derechos de exportación son dos lastres difíciles de cargar”, definió. De todas maneras, cabe esperar la primavera y confiar que los precios sigan recomponiéndose y poco más se espera del afuera. “Dentro de las empresas, sacándole brillo a todo aquello que mejore la eficiencia”, concluyó.

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