Agtech rosarina que le ganó a Monsanto se prepara para dar el salto del laboratorio al campo

Su tecnología, que vuelve a los cultivos resistentes a herbicidas, le demandó la mitad de tiempo que a la multinacional y una inversión 20 veces más chica. Cuáles son los planes para el 2022

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A un gigante mundial como Monsanto le tomó 15 años y una inversión de u$s130 millones desarrollar una soja resistente al glifosato. La rosarina Bioheuris necesitó de siete años y un desembolso de u$s7 millones para diseñar un modelo de edición genómica llamada Crispr, que mejorar la soja, sorgo, arroz y algodón y los hace soportables a herbicidas. Y no sólo eso, sino que los dos principales mercados del mundo, como son el de Estados Unidos y el de Brasil, consideraron que su producto no es transgénico, lo que acelerará tiempos y bajará costos a la hora de salir al mercado.

“Trabajamos con técnicas de biología sintética y edición génica muy novedosas, de las que todavía no hay productos en el mundo”, explicó Carlos Pérez, uno de los fundadores de Bioheuris, a Ecos365, y agregó que estas tecnologías tienen la particularidad de ser mucho más accesibles, y por ende, democratizan el desarrollo de innovaciones que ahora también pueden estar lideradas por pymes como la suya.

La inexistencia de registros en la materia, los llevó a hacer una consulta previa a las autoridades regulatorias norteamericanas, brasileñas y argentinas, para ver cómo se iba a regular en el futuro esta tecnología. Y la respuesta los dejó más que satisfechos. “Al confirmarnos que no será considerado un producto transgénico, pudimos acelerar todo el proceso, y la expectativa de retorno de la inversión subió muchísimo porque ya tenemos luz verde para avanzar”, indicó.

Equipo de Bioheuris
Equipo de Bioheuris

La tecnología de esta biotech rosarina optimiza el cultivo para combatir malezas o hacer un manejo más sustentable. “Esto hoy en día se hace con herbicidas para los cuales se desarrollaron tecnologías de transgénicos. Pero esto tiene límites, porque luego de un tiempo terminan apareciendo malezas resistentes a transgénicos”, señaló. La alternativa que encontró la firma local es trabajar sobre los propios genes del cultivo, para que se usen nuevos herbicidas, pero de muy baja toxicidad. “Es decir que los cultivos necesitarán muchos menos herbicidas y menos tóxicos”, aseveró.

Si bien se puso mucho énfasis en el impacto que esto tendrá en la producción de soja, esta innovación también puede aplicarse al sorgo, arroz y algodón. “Se trata de cultivos más chicos, que por eso han sido algo dejado de lado por las biotecnológicas, y en los que encontramos un importante mercado para explotar”, sostuvo Pérez y agregó que si bien todavía se encuentran trabajando en fase de laboratorio, saldrán con una ronda de inversión para acelerar los plazos.

Bioheuris tiene una sede en el Indear de Rosario y otra en Saint Louis, Estados Unidos. “Estamos buscando fondos para subir la actividad en ambos laboratorios, sobre todo en el de Estados Unidos, para avanzar más rápido con las nuevas tecnologías. La idea es tener para el año que viene las plantas de soja y arroz con nuestra tecnología en el invernáculo”, adelantó.

"La idea es tener para el año que viene las plantas de soja y arroz con nuestra tecnología en el invernáculo", adelantó Carlos Pérez, uno de los fundadores de Bioheuris

Mientras tanto, avanzaron con acuerdos estratégicos con semilleras como Grupo Don Mario (GDM), Santa Rosa Semillas (para la soja), Tobin (sorgo), Gensus (algodón) y Adecoagro (arroz). “El retorno de la inversión depende de que vos llegues al mercado con un buen market share, y por eso fue clave asociarnos con jugadores importantes que nos aporten el germoplasma al que nosotros le agregamos nuestra tecnología”, expresó.

Como no hay en el país una Ley de Semillas fuertes que haga respectar los derechos de propiedad intelectual, es difícil encontrarse con el valor de lo que cada uno pone en mercado. “Por eso Argentina es nuestro primer mercado, pero no de los principales, que están en Estados Unidos y Brasil, a los que buscamos llegar con alianzas con semilleros de todo el mundo”, dijo y agregó respecto a lo que se viene para la empresa: “Queremos proveer manejo sustentable contra malezas más allá de estas tecnologías, que sabemos que aportan valor a los productores. Esto es aplicable a muchos cultivos, porque hay mucha sinergia. Ahora necesitamos hacer foco para consolidar estos productos, para luego ampliar la cartera”, cerró.

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