Pese al parate que vive el turismo desde iniciada la pandemia, el esquema de alquileres temporarios vienen creciendo en la ciudad. Esto se explica ya que muchas de las personas que optan por esta modalidad no lo hacen con fines turísticos, sino motivadas por otros factores como puede ser un viaje de negocios o la imposibilidad de afrontar un contrato a largo plazo.
A su vez, el 1° de julio del 2020 entró en vigencia la nueva Ley de Alquileres, la cual trajo aparejada cambios en los esquemas de compra y alquiler de viviendas, despertando quejas de algunos propietarios e inmobiliarias que ven un exceso de intromisión por parte de Estado en el negocio.
Según el último informe del portal de clasificados Zonaprop, un 22% de los usuarios señala que esta ley impactó en la disminución de la oferta de inmuebles. "En muchos casos, la incertidumbre temporal desalentó a los propietarios que, finalmente, decidieron retirar las propiedades de alquiler para amueblarlos y transformarlos en alquileres temporarios o directamente venderlos", señala el sitio.
Ventajas e impacto de la pandemia
El modelo de negocios de los alquileres temporales presenta atractivos, tanto para inquilinos como para dueños. Los primeros ven con interés el hecho de poder rentar un hospedaje bajo condiciones "más flexibles" ya que esta modalidad no exige, por ejemplo, la presentación de garantías propietarias ni un contrato atado a tres años.
Para los segundos, representa la posibilidad de obtener un ingreso mensual más alto que bajo un contrato de alquiler convencional, en donde los aumentos en el valor de la vivienda ahora quedan atados a un índice fijo elaborado por el Banco Central que se compone, mitad por el crecimiento de la inflación y mitad por la evolución de los salarios. Esta nueva fórmula que se dará a conocer en julio rondará el 37%, siendo que la inflación en estos doce meses se ubica en torno al 45%.
Si bien la pandemia puso un freno al turismo, las viviendas para alquileres temporales encontraron otro nicho para explotar. Es que, debido a las restricciones dispuestas por el Gobierno Nacional varios turistas que estaban de paseo en la ciudad o visitando a familiares, y amigos, quedaron varados sin posibilidad de retornan a sus países.
Para este segmento, los alquileres temporales fueron una gran opción al permitir contratos cortos a cambio de gozar de un espacio propio, amueblado y con mayor privacidad que la de un hotel. También por el hecho de que el precio del alquiler incluye todos los impuestos y servicios pagos, una preocupación menos a tener en cuenta.
También se potenciaron los alquileres temporarios por personas que buscaban un descanso de sus convivientes, sobre todo durante lo meses de restricciones más duras, y también en el caso de aquellas que debían aislarse para realizar una cuarentena en soledad.
Plataformas en auge
En cuanto a la procedencia de los alquileres temporarios, hay algunas inmobiliarias que trabajan bajo esta modalidad aunque el volumen de propiedades que ofrecen es muy bajo. Según dijo a Ecos365, Andrés Gariboldi, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario, este segmento no representa más del 10% del volumen de alquiler total que manejan.
Por ejemplo, el caso de Re/Max que trabaja con este segmento, la oferta local se compone de nueve departamentos de un total de 42, lo que implica una cifra baja en comparación con los alquileres convencionales.
Esto sucede debido a que la mayor cantidad de inmuebles para estadía temporal son publicitados por sus dueños de forma directa a através de plataformas internacionales como Airbnb o Booking, o nacionales como Zonaprop.
En Booking en la actualidad pueden encontrarse 129 alojamientos para alquiler temporario en Rosario con tarifas en pesos y que varían según la cantidad de noches que el usuario quiera estar.
En el caso de Airbnb, que es considerada la principal plataforma para estos acuerdos a nivel mundial, las propiedades ofrecidas escalan a más de 300. Según indica su página de búsquedas, estas se concentran principalmente en el área céntrica y van desde los u$s 10 a los u$s 25 la noche en promedio.
"La flexibilidad se ha vuelto vital para la salud y el crecimiento de los viajes. (...) El porcentaje de estancias prolongadas (al menos 28 noches) en Airbnb casi se duplicó del 14% de las noches reservadas en 2019 al 24% de las noches reservadas en el primer trimestre de 2021", indica la plataforma en su informe Airbnb Report on Travel & Living para el mes de mayo.
Sin embargo, en el caso de Airbnb, al estar las tarifas dolarizadas los vaivenes de la economía argentina impactan de lleno en este negocio ya que los costos se encarecen para los usuarios nacionales que además de tener que pagar el alquiler correspondiente, deben afrontar el 30% del impuesto PAIS.
Como competencia a las plataformas extranjeras, a fines del año pasado apareció Alohar, una web para alquileres temporarios en el país creada por los marplatenses Fernando Unzué, Juan Ignacio Collar López y Emiliano Suazo. La misma opera en Rosario desde hace poco tiempo y ya cuenta con una 26 propiedades cargadas a la web, con tarifas en pesos que se sitúan entre los $1500 y los $5000 la noche.
"A la hora de vacacionar, el turista quiere hacer rendir su dinero lo máximo posible y es ahí donde notamos la gran carencia del mercado turístico: las plataformas de búsqueda de alojamiento temporal extranjeras operan en dólares y le suman impuesto país y percepción. Después de un año tan complejo, el argentino no puede afrontar esos costos y dejó de ver en estas plataformas una opción atractiva", explicó Fernando Unzué, CEO de Alohar.
Tampoco hay que dejar de lado los grupos de Facebook para alquilar por dueño directo, donde cada vez más personas ofrecen sus inmuebles para contratos cortos. A través de posteos, muestran algunas fotos del lugar, los servicios con los que cuenta y el precio por noche o por estadía mensual, más número de contacto para posibles interesados.
Esquema mixtos
En Rosario no solo creció el modelo de alquileres temporarios para viviendas sino también el de los "coworkings", término que hace referencia a espacios de trabajo compartidos donde varias empresas y profesionales llevan a cabo su actividad, o donde las mismas pueden alquilar oficinas privadas para realizar, por ejemplo, reuniones de negocios.
Con la idea de fusionar ambos conceptos, la empresa Pascual Construcciones se propuso llevar adelante una innovadora iniciativa en el centro de la ciudad, más precisamente en San Lorenzo 1370. Se trata de Howo, un edificio que reúne 2500 m2 y ofrecerá departamentos, tanto para alquileres temporales como para tradicionales, más 700 m2 destinados a un coworking y otra serie de amenities.
Según palabras de la propia constructora, consiste en un desarrollo inmobiliario "para invertir de manera más rentable y flexible", en un espacio que fusiona entornos propios de un edificio con comodidades ligadas a la de los hoteles de alta categoría. En este sentido, reunirá desde un gimnasio, hasta un living o sala de estar común y un "laundry room", además de contar con una amplia terraza.
"La idea vino de proyectos que hemos visto afuera, porque es una tendencia que está más marcada en otros países pero en Rosario no hay todavía algo parecido. Pensamos en un edificio para potenciar los alquileres temporarios, aunque también vamos a trabajar con alquileres fijos y va a estar compuesto por monoambientes y departamentos de un dormitorio", detallaron desde la empresa a Ecos365.
La obra se encuentra en plena construcción y apuntan a finalizarla para mediados del 2023. En cuanto a su comercialización, el empresario contó que desde Pascual saldrán a vender las unidades al cliente final: "nosotros lo que hicimos fue un análisis de mercado donde vimos las ventajas de Airbnb y las ventajas de los hoteles y tratamos de unirlas. Las viviendas son flexibles, pero tienen un gran potencial para ser rentadas de forma temporal por todo lo que ofrecemos".

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