Carlos Araujo: su proyecto inmobiliario en Funes, otros negocios y cómo ve a Los Pumas

El ex presidente de la UAR adelantó cómo será su nuevo barrio cerrado y contó a qué otros rubros está apuntando

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Si bien fue su presidencia en la Unión Argentina de Rugby (UAR) lo que lo llevó a ganar notoriedad pública, Carlos Araujo es además un reconocido empresario con negocios diversificados en distintos puntos del país: viñedo, ciruelas y oliva en Mendoza, fundición de acero en Villa Gobernador Gálvez y ahora negocio inmobiliario con barrio cerrado en Funes. Sobre estos temas, actualidad nacional e internacional, y por supuesto, sobre rugby, habló en una entrevista exclusiva con Ecos365.

-Te estás expandiendo en un sector que antes no era habitual. Venías de la industria, de los productos regionales pero estás creciendo en barrios, en lo que es el negocio inmobiliario. ¿Hay un nuevo proyecto?

-Nosotros siempre hicimos negocios inmobiliarios, en su momento con la yerbatera Martin, después donde estaba Ford Cirsa, luego Compañía Comercial donde estaba el cine Radar. Siempre hemos mechado los negocios inmobiliarios con los propios de la compañía, y hemos estado bastante abiertos a diferentes rubros porque es un país muy difícil. Entonces siempre estás buscando alternativas para poder lograr mejor performance. Hace rato tenía una tierra en Funes y estábamos esperando el momento para poder hacer un barrio cerrado. El momento en que se dieran las posibilidades de la gente para poder meterse en un barrio de estos que siempre son de más dinero. Hace poco compramos con un grupo de amigos otro terreno más en Funes, de 60 hectáreas, que está en el mismo lugar que La Polola, donde Caco Rosetti empezó con un emprendimiento en la otra punta, con Rosental. Nosotros arrancamos del otro lado algo del mismo estilo, que estimamos que se llamará La Finca II, aunque no está confirmado. Son barrios cerrados, este va a tener una parte de barrio abierto para buscar un público más general también. En 90 días estaremos arrancando con todo el movimiento.  

-Cuando se lanzó el barrio de Rosental había un mercado que ya se había disparado y todavía quedaban muchos lotes por vender. ¿Ves que hay mucho potencial para seguir creciendo?

-Desde todo punto de vista todavía hay un mercado porque la ciudad de Rosario, al no permitir los barrios cerrados, hizo crecer mucho la oferta en Roldán, Funes, Pueblo Esther. La gente se ha ido buscando esa perspectiva. En los alrededores de Mendoza Capital hay cerca de 220 barrios privados y en el Gran Rosario no debe haber ni 20. Entonces hay necesidades insatisfechas, sobre todo después de la pandemia, que la gente buscó un poco más de verde y la gente está comprando. Hay otra cosa que es importante, la gente en Rosario y en todos lados está ahorrando mucho en dólares pero las propiedades no han bajado en dólares. Entonces un tipo que tiene una casa de 250m2 o 300m2, le sale más barato vender la casa –o sabe que a futuro la va a vender- comprarse un lote y hacerse una vivienda más moderna, que hoy está 600 o 700 dólares el metro cuadrado. En eso estamos navegando. En este país tenés que estar atento porque todo es transitorio, pero vemos que esta posibilidad se está dando.

-En Mendoza tenés el negocio del viñedo. ¿Cómo está ese segmento?

-Tenemos dos temas que son interesantes. Uno es el tema del viñedo, que es un negocio difícil porque tenés por un lado las inclemencias climáticas y por el otro tenemos el mercado que está muy ofrecido. Hay muchas bodegas en Argentina pero internacionalmente hay que buscar horizontes por ese lado porque te da más posibilidades. Después tenemos el negocio de ciruelas d’agen, ciruelas disecadas que las vendemos afuera. Y tenemos otra plantación de aceitunas aceiteras, que es con la que hace el aceite de oliva, que también es un mercado de precios sostenido como el de la soja. El precio del aceite de oliva lo fija el Mercado de Jaén, España, que es el mercado de aceite de oliva más grande del mundo. Entonces fija el precio en dólares por tonelada para todo el mundo como la soja que sabés que es precio Chicago.

-¿Y con el tema industrial? ¿Cómo estás viendo el mercado?

-El mercado de la construcción está tirando. Junto con un socio, con Conde, tenemos una fundición de acero en Villa Gobernador Gálvez, que tuvo un receso de prácticamente un año y medio. Duro, pero hace seis meses que se está reactivando. Nosotros siempre estuvimos abiertos a todas estas posibilidades. Es un país difícil. Después de estar 50 años viendo crisis tras crisis tenés que ir saltando de un negocio a otro. No los abandonás pero le ponés más fuerza a los negocios que van apareciendo  y que son interesantes.

-¿En Brasil no tienen más nada?

-No, en Brasil vendí. Tenía una empresa y no nos quedó más nada.

-Ahora está muy de moda y se ve que hay dinero en el tema de biotecnología. ¿No te has metido en eso?

-No.

-¿No te llama la atención?

-Sí, me llama la atención pero es otra cosa. Hay muchos temas dando vueltas pero uno va haciendo lo que va pudiendo y lo que está al alcance de la mano. El tema de la generación eléctrica, si realmente el país se largara a sostenerla, es interesante producir energía solar, hacer una inversión de capital, meterse en un crédito, comprar los paneles, producir energía y meterse en sitios interconectados, es interesante. Pero dependés del Estado y de una política de Estado consecuente. Por ahí vos hacés una inversión grande y después no podés pagar el crédito porque la energía te la pagan $2,50.

-Te llevo al plano internacional. Está la guerra en Ucrania, se habla de precios sostenidos de los commodities pero también de suben las tasas. ¿Qué escenario estás viendo? Algunos ya hablan de recesión global, otros de estanflación.

-No creo en la recesión mundial. Lo que sí veo es que va a haber un aumento de precios de todos los commodities. Todo está aumentando. Por supuesto el maíz, más que nada el trigo, al salir Ucrania van a estar comprometidos. Fijate que la superficie plantada de trigo en Argentina debe haber sufrido un incremento importante. La Argentina tendría que apostar sí o sí al proyecto de Vaca Muerta, al gasoducto. Son cosas muy interesantes, de fácil acceso y somos unos privilegiados de tener esa posibilidad, pero no sé si estará en los planes del Gobierno.

-¿A la provincia cómo la estás viendo en términos económicos?

-Salvo combustible, la provincia tiene todo para potenciar. Lo que pasa es que veo que estamos muy perdidos con temas que no tienen solución y que dependen de la administración pública que es el tema de la inseguridad. Eso es cien por ciento responsabilidad del Estado. Uno paga impuestos y paga cosas para que el Estado te defienda, te ayude. En ese sentido, sin hablar de este gobierno, de todos los gobiernos, venimos retrocediendo a pasos agigantados.

-¿Y en Rosario con el tema industrial? ¿Estás viendo alguna modificación de cómo se está tratando la industria.

-Siento que demoran. Hay muchos funcionarios que vienen de años pero hasta que no se ponen a trabajar sobre los problemas concretos no se dan cuenta que hay que hacer todas políticas para favorecer al empleador, a las pymes, que son los grandes generadores de mano de obra. En un momento cuando vino General Motors se hace un ruido bárbaro y sí tomó gente. Pero las pymes de Villa Gobernador Gálvez tenían tres veces más gente. Al que hay que ayudar es a quien está establecido, facilitarle las cosas. Si no terminás necesariamente subsidiando a la gente para que pueda comer.

-Y como fanático del rugby, ¿cómo lo estás viendo con todos los cambios?

 -Me parece muy bien. Cheika es un entrenador de primer nivel mundial. La decisión de la Unión Argentina de traerlo, independientemente que estamos jugando en una liga que con todos los que jugamos son mejores que nosotros. Hoy en top ten estamos nueve o diez y jugamos nada más que contra esos equipos. Entonces, cuando se dice “¡huy la Argentina perdió! ¡Los Pumas perdieron!”, es lógico, si se juega contra Nueva Zelanda, Inglaterra, Sudáfrica, tenés todos campeones del mundo más tres que juegan los Cinco Naciones Gales, Escocia y al único que le ganamos es a Italia. Aparte el rugby no es como el fútbol, el rugby es muy de ranking.

-Ahora hay una mezcla porque hay profesionales que se fueron. ¿Te parece que el 2023 hay chances?

-La Argentina está por debajo de todas esas naciones que pueden salir campeonas. La única posibilidad que tiene es que Cheika haga magia. Que junte jugadores experimentados pero no son los mejores del mundo. Tenemos un solo jugador jugando en el Super Rugby que es Matera y realmente juega a la par de ellos. Los otros están en equipos europeos y ahí andan. Juntar todos esos jugadores que tenemos desparramos durante 60 días y sacar un equipo competitivo depende de la magia de Cheika.

-¿La salida para lograr eso cuál es?

-La salida es meter un segundo equipo como Jaguares, con ese nombre o con otro, jugando en una de las copas europeas. En Europa tenés tres copas: Copa de Francia, la de Inglaterra y ese torneo que fue a jugar Sudáfrica. Ahí nos tenemos que meter. Cuando me tocó a mí ser presidente de los Jaguares se dio la posibilidad que teníamos a los jugadores bajo sueldo de la Unión Argentina, estaban todo el año compitiendo entonces los tenías contratado y los detalles se podían ir puliendo. Ahora Cheika se va a encontrar con un equipo 60 días antes del Mundial y tendrá que ver cómo los hace evolucionar. Vamos a tener una prueba contra Escocia de tres partidos,  que viene el 3 de julio. Va a tener junio para entrenarlos porque en mayo terminan los torneos. Pero son jugadores que como están jugando todos en Europa, vienen a jugar en el momento de las vacaciones. Les va a costar a los muchachos. Para el mundial estaríamos todos en iguales condiciones. El rugby en Argentina es amateur.

-Estuvimos hablando de la parte profesional, pero el 99% es amateur y se sostiene por los clubes.

-Y va a seguir siendo. El que va a aparecer rápidamente, porque tiene mucha plata, porque tiene posibilidad de endeudarse, porque puede mandar empresas a la quiebra, puede hacer todos esos líos, es Estados Unidos. Tiene un millón de jugadores y la gente no lo sabe. Entonces ese torneo que se está haciendo en la Costa Este y Oeste que están participando todos, apreció la plata, ¿qué significa? Que permite que haya jugadores que se dediquen full time. Pero nosotros en Argentina no tenemos esa posibilidad porque no hay ningún empresario que pueda invertir un dinero fuerte para pagarles el sueldo a los jugadores todo el año. Por eso nos va a costar pero dentro de todo se ha desarrollado un rugby amateur más fuerte del mundo que todos los años va entregando valores importantes.

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