Claves del día: ayuda de EE.UU. atada a elecciones y el agro agotó el cupo de USD 7.000 millones sin retenciones

El Tesoro de EE.UU. prometió compras de deuda y un swap de USD 20.000 millones, pero recién tras las legislativas. El agro agotó el cupo de exportaciones con retenciones a cero, mientras la City festeja con bonos, acciones y baja de tasas

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La economía argentina volvió a vivir horas intensas, con un cóctel de alivio, cautela y nuevas tensiones. La promesa de apoyo financiero desde Estados Unidos sacudió a la City porteña y dio un respiro al Gobierno, aunque con una condición clara: los dólares frescos llegarán recién después de las elecciones legislativas. Al mismo tiempo, el campo agotó en tiempo récord el cupo de USD 7.000 millones de exportaciones habilitado con la quita de retenciones, confirmando el peso decisivo del agro en la caja fiscal.

El anuncio del Tesoro norteamericano fue interpretado como un guiño político a Javier Milei y al ministro Luis Caputo. Washington prometió compras de deuda argentina en los mercados secundarios y un swap de hasta USD 20.000 millones, diseñado para reforzar las reservas del Banco Central y sostener la estabilidad cambiaria. Sin embargo, el mensaje fue contundente: ese auxilio se activará recién después de los comicios, en una clara señal de que la Casa Blanca no quiere comprometer recursos antes de conocer el nuevo mapa político argentino.

Mientras tanto, los mercados locales reaccionaron con entusiasmo al llamado “efecto Bessent”, impulsado por Scott Bessent, ex hombre de George Soros y actual aliado de Donald Trump. El optimismo se reflejó en los activos financieros: las acciones argentinas escalaron hasta 6%, los bonos soberanos treparon en promedio un 5%, y el riesgo país perforó el piso psicológico de los 1.000 puntos, un nivel que no se veía hace meses.

En el frente cambiario, el dólar blue cedió varios escalones y se alejó del techo de la banda informal, mientras el dólar MEP y el contado con liquidación acompañaron la baja, con retrocesos moderados que marcaron un alivio en la presión sobre la divisa. El dólar oficial, en tanto, mantuvo su ritmo de microdevaluación diaria bajo control del BCRA. La reacción en la City fue inmediata: la percepción es que, aunque el dinero norteamericano todavía no llegó, el solo anuncio bastó para enfriar expectativas de corrida.

El Banco Central, por su parte, decidió acelerar la baja de tasas de interés hasta llevarlas al 25%, con el objetivo de dinamizar el crédito y aflojar el ancla que sofocaba la actividad económica. Pero la medida abre un debate: si bien abarata el financiamiento, también genera dudas sobre la capacidad de contener una eventual dolarización preelectoral.

El agro se convirtió en protagonista de otra noticia clave. Tras la decisión del Gobierno de eliminar retenciones en algunos complejos exportadores, los productores aprovecharon y en cuestión de semanas agotaron el cupo de USD 7.000 millones previsto. El dato refleja tanto la urgencia de liquidez en el sector como la necesidad fiscal del Tesoro nacional, que encontró en la soja y sus derivados un salvavidas inmediato. La soja se pagó $460.000, cuando llegó a los $505.000 el primer día sin retenciones, que ahora vuelven al 26% para la oleaginosa.

El panorama combina luces y sombras. Por un lado, la euforia de los mercados y la caída del dólar alivian tensiones en el corto plazo. Por otro, la condicionalidad de la ayuda de Estados Unidos y la dependencia del Gobierno de la cosecha sojera muestran que la estabilidad sigue atada a factores externos. Caputo ganó tiempo, la City celebra y el campo respondió; pero el verdadero salvataje financiero quedará en suspenso hasta después de las urnas.

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