Clubes náuticos buscan salir a flote: qué cambios impulsan frente a la bajante del río

La sequía del Paraná trae aparejados cambios en el esquema de espacios que tienen al río como parte de su negocio. La visión de referentes de distintos clubes rosarinos

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La bajante del Paraná y de toda la cuenca del Plata afecta con fuerza al sector náutico local que ve con preocupación el avance de este fenómeno y la falta de una perspectiva de mejora en el corto plazo. Sin embargo, de cara a la temporada de verano, clubes y negocios con propuestas centradas en el río intentan adaptarse a este escenario con el objetivo de no perder clientes.

Desde obras para sumar infraestructura hasta pensar en nuevas propuestas acuáticas aggiornadas a las posibilidades actuales, los espacios le buscan la vuelta a una situación que los tiene de capa caída. Estas inquietudes también están empezando a sonar en la legislatura provincial, con diputados que ya adelantaron a los clubes la intención de poner en marcha proyectos frente a la emergencia hídrica.

"Los clubes de la costa formamos una unión hace varios años y seguimos en alianza frente a este panorama, viendo de qué manera resolver un problema que no depende de nosotros. El jueves por la noche nos reunimos con algunos diputados provinciales que están trabajando en un proyecto y le pedimos que nos contemplen dentro del mismo, aunque todavía es incipiente", señaló Pablo Creolani, al frente del club náutico Sportivo Avellaneda, ubicado en el barrio Arroyito.

Un problema, grandes desafíos

El nivel del río se encuentra en niveles cercano a cero y con pronósticos que indican un descenso de un metro y medio de cara a noviembre, lo que hace que hoy se defina a este suceso que azota al río Paraná como histórico y se hable de las dificultades que trae aparejado para la navegabilidad de medianos y grandes barcos.

"Las perspectivas de bajante no son buenas y para nosotros la actividad con embarcaciones a motor seguiría siendo nula durante bastante tiempo".

En este sentido, Creolani señaló que "la actividad náutica del club hoy en día está en cero y las caletas completamente secas" por lo que los barcos están varados casi en su totalidad en la tierra. A su vez contó que en lo referido a motonáutica, las embarcaciones más chicas a motor también están presentando dificultades para ser bajadas debido a que no hay calado y no se pueden poner en marcha los sistemas de bajada.

"Estamos fomentando el kayakismo y actividades con piraguas entre los socios del club y formando grupos nuevos de gente que se ha acercado en el último tiempo. La realidad es que las perspectivas de bajante no son buenas y para nosotros la movilidad con embarcarcaciones a motor seguiría siendo nula durante bastante tiempo", destacó el referente del espacio náutico.

Imagen de las embarcaciones antes de la bajante en el Club Náutico Sportivo Avellaneda.

En cuanto a proyectos, detalló que desde Sportivo Avellaneda cuentan con un predio en la isla, al otro lado del río y con una embarcación propia para realizar el cruce de los socios a dicho lugar. Sin embargo, contó que deberán iniciar obras para poder garantizar su uso esta temporada.

"Desde el club podemos salir pero el problema es que del otro lado el muelle nos quedó lejos porque por la bajante hay barro, así que vamos a prolongar las marinas, colocando marinas flotantes y extendiendo la pasarela para que los socios puedan descender desde una distancia más lejana", explicó Creolani.

Este escenario también afecta a las finanzas del club que decidió realizar una reducción en la cuota que pagan los socios por el mantenimiento del espacio, aunque Creolani consideró que frente al panorama que hay por delante son conscientes de que la medida no alcanza para paliar el malestar que se vive: "el club el costo lo tiene que afrontar y ellos tienen que pagar igual pese a que no pueden usarlo, es una situación que nos supera a todos".

Diversificar propuestas

Daniel Pistrilli está a cargo de Boat Share, un negocio que funciona como un tiempo compartido de embarcaciones e inauguró en Rosario dos años atrás. El mismo dispone de una amplia flota de lachas de diferentes tamaños para navegar por el río a las cuales sus socios pueden acceder por medio de una cuota mensual.

"Se perdieron muchos lugares donde el usuario del río podía navegar porque hay canales y lugares dentro de la isla donde ya no es posible ir".

Según explicó el empresario a Ecos365, la bajante achicó los recorridos que se pueden realizar desde embarcaciones motorizadas por lo cual sus clientes hoy en día ven limitados los accesos a distintas zonas que antes podían recorrer sin inconvenientes.

"Ya en agosto se cumplen dos años desde que inició esta bajante. Nosotros igualmente siempre seguimos adelante con el servicio, salvo en los momentos donde la actividad estuvo restringida, pero se perdieron muchos lugares donde el usuario del río podía navegar porque hay canales dentro de la isla donde ya no es posible ir, entonces la navegación quedó centrada en los canales principales que son los que tienen volumen de agua", contó Pistrilli.

Actualmente, la empresa tiene sus oficinas y su base operativa dentro de la guardería Tifón en Granadero Baigorria y Pistrilli destacó que al estar a escasos metros del canal principal no tienen problemas de profundidad y pueden bajar las lanchas al río, lo cual es una ventaja frente a la mayoría de las guarderías y clubes de la ciudad que hoy en día tienen sus caletas secas y sus barcos estacionados, sin poder acceder al agua.

"Hoy ya no se puede ingresar al Paraná Viejo, a la zona del Embudo o a lo que se conoce como Los Meoncitos, tampoco se puede navegar en el canal alineador que recorre en paralelo al puente Rosario Victoria. La situación es difícil y no parece que vaya a mejorar con respecto a la emergencia hídrica, igualmente en nuestro caso seguimos trabajando bien ya que la impulsó a que más gente vaya al río y quiera salir a navegar", señaló el empresario.

El nivel del agua en el Paraná cayó hasta la marca de 20 centímetros.

Por otro lado se encuentra Aolders, un club de aventura y deportes que abrió sus puertas en febrero de este año sobre Av. Eudoro Carrasco 2483. El principal objetivo del lugar es el de promocionar distintas actividades en contacto con la naturaleza, entre las cuales se encuentran: entrenamiento para escalada, slackline, mountain bike, yoga y actividades acutáticas como recorridas en kayak y paddle surf.

En este sentido, uno de sus referentes Fabricio Timo, contó a Ecos365 sobre algunas originales alternativas que se dieron con el club para hacer frente a la bajante sin limitar las propuestas hacia el público.

"En las salidas en kayak hacíamos recorridos por arroyos internos, lagunas, pero como ahora muchas de esas zonas están secas lo que proponemos es ir navegando hasta ellas para luego recorrerlas a pie. Por ese lado es atractivo porque se da la posibilidad de ver al río desde otra dimensión y caminar por ciertas partes", contó Timo y agregó que están pensando en armar un mini documental para mostrar por redes como están estos lugares en la actualidad.

"Estamos planificando algo del estilo carrera sucia donde hay que esquivar y atravesar obstáculos en partes con barro, agua baja o arena".

También contó que por segunda vez consecutiva no podrán realizar el evento "Deka" (Desafío Kayak Aventura), el cual concretaron por última vez en el 2019, antes de la pandemia. El mismo consiste en un recorrido que partía desde el Monumento a la Bandera e incluía actividades como porteo que implica el levantamiento de kayaks, para luego atravesar la zona del embudo y cruzar a la altura del parador Windcook.

"Ahora esto es imposible de hacer pero estamos planificando algo del estilo carrera sucia donde hay que esquivar y atravesar obstáculos en partes con barro, agua baja o arena, saltar redes, pasar por ciertas partes haciendo equilibrio y diferentes desafíos. Igualmente está en etapa de proyecto, hablamos con algunos paradores y estamos viendo toda la parte de logística para evaluar cuándo lo podemos implementar", cerró Timo.

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