El lugar tiene historia propia y pese a renovarse con la llegada de una nueva propuesta, la idea de los desarrolladores fue mantener la misma fachada de lo que supo ser la fábrica láctea y cooperativa La Cabaña. En el predio sobre la calle Balcarce, entre San Luis y San Juan, ahora se levantan tres locales comerciales que esperan estar listos para ser entregados a fines de marzo.  

La constructora detrás del proyecto es Buildar, una firma compuesta por tres amigos rosarinos que fueron convocados para ponerle cabeza al deseo de renovar el lugar dejando casi intacto el frente. Si bien se habló de sumar un estacionamiento interno y hasta un emprendimiento inmobiliario en el espacio, la idea que escaló fue por el lado de los locales.  

“Tuvimos que adecuarnos lo mayor posible a la estructura que estaba, maniendo la fachada. Las oficinas de la fábrica funcionaban en la parte de adelante por lo que su pudo aprovechar muy bien la disposición para la nueva construcción”, explica a Ecos365 Tomas Stoddart, al frente de Buildar. El arquitecto agrega además que la demolición fue parcial manteniendo el tamaño de las aberturas en el ingreso.  

A la obra le sumaron cambio de cloacas, nuevas instalaciones y revestimientos. En concreto, cada local contará con una dimensión de 6,5 metros por 4 de profundidad, baño propio y la posibilidad de extenderse hacia la parte de atrás mediante construcción en seco.  

Asimismo, desde la constructora aclaran que los espacios se adaptan a cualquier tipo de rubro. Incluso en uno de ellos hasta sugieren se podría armar un deck de madera, ideal para bar o cafetería aprovechando el patio, libre de construcción, detrás de los locales.  

Un lugar con historia  

Según pudo saber este medio, la propiedad en cuestión donde funcionó la cooperativa La Cabaña fue adquirida por los dueños de la Montevideana, marca top rosarina con tradición heladera. Incluso en plena obra, ya hay interesados en sumarse como locatarios, entre ellos un maxikiosko.  

Pero antes de llegar a manos de los actuales dueños, el lugar fue testigo del esplendor, ocaso y resurgir de una firma que desde el 2018 tiene su sede en la localidad santafesina de General Lagos. El traslado de la planta se debió al cambio en la regulación del Código Urbano de Rosario, que obligó a reubicarla en la periferia. La nueva sede está emplazada en un predio de 4 hectáreas y cuenta con 1.200 metros cuadrados. 

El origen de la fábrica La Cabaña, se remonta a 1944 cuando fue fundada como una empresa familiar basada en el trabajo artesanal. Desde entonces producían manteca y crema de leche. El emprendimiento creció y se fueron incorporando a la empresa familiares de los socios fundadores hasta que en 2001 sobrevinieron conflictos internos y externos que derivaron en la quiebra. 

Ante estos acontecimientos, los empleados gestaron la idea de conformar una cooperativa de trabajo con dos objetivos: continuar elaborando productos de excelente calidad y preservar las fuentes de trabajo. En 2006 lo concretaron y continuaron a fuerza de trabajo en Balcarce al 1000 hasta su posterior mudanza. Al día de hoy la cooperativa elabora sus productos y posee seis marcas propias (INTY, La Cabaña, Alely, Lejanía, Rosaura y Cándida) con extendida distribución en supermercados de la provincia.