Concejales se sumaron a la polémica por el avance de los bares en la vía pública

Ediles de diferentes espacios se expresaron sobre el permiso municipal que los habilita a ocupar espacio en las calles y dieron propuestas para regular su aplicación

     Comentarios
     Comentarios

La ocupación de espacio en la vía pública por parte de la gastronomía rosarina genera opiniones encontradas entre los ciudadanos. Tal como señaló Ecos365 en el día de ayer, con la llegada del verano, cada vez son más los bares que aprovechan para extender la línea de mesas y sillas a las calles, amparados en el decreto Nº 1.259/2020 que los autoriza a dicha acción "de forma excepcional" y en el marco de la pandemia.

Esta situación generó comentarios que ponían en duda la seguridad de los comensales y de los conductores a la hora de circular por las calles que presentan las "islas callejeras", nombre con el que se empezó a llamar a estos bloques de mesas sobre la vía. Algunas de las críticas señalan que de esta forma se privatizan espacios que deberían ser públicos, se afecta la normal circulación y visión de los autos en las calles y la posibilidad de encontrar estacionamiento en zonas transitadas de la ciudad.

Ante este escenario de conflicto, cabe preguntarse cuáles son las alternativas posibles para garantizar una mejor convivencia entre los actores implicados y un mayor acceso a los bares que hoy en día no pueden solicitar la expansión de la línea de mesas a la calle por encontrarse en lugares con parada de taxis, colectivos, carriles exclusivos, estación de bicis o sitios reservados para personas con discapacidad. 

Fernanda Gigliani, concejala de la Ciudad de Rosario por el partido Iniciativa Popular, consideró que el Concejo de Rosario "se debe una discusión profunda sobre este tema".  A su vez se refirió a la Ordenanza n° 7218 que regula la actividad de bares y los boliches y que, en sus palabras, "se discutió con el fin de garantizar una convivencia adecuada con los vecinos".

"Si bien esta medida se tomó en el marco de la pandemia, hoy está liberado el aforo, entonces la situación no es la misma que hace unos meses y seguir ocupando la calzada para poner mesas y sillas amerita un nuevo debate. Hoy muchas de las ampliaciones de mesas están impidiendo que una persona con silla de ruedas pueda transitar normalmente, está todo bastante desmadrado y el Estado tiene que poder regularlo", consideró Gigliani.

Sobre este punto, Charly Cardozo. hizo hincapié en la necesidad de generar zonas exclusivas para el funcionamiento de bares y boliches que se desempeñan en la nocturnidad. "Sabemos que hay una habilitación de discotecas para lugares donde funcionaba, por ejemplo, el ex boliche Madame y que es un área en donde no tenés muchos vecinos alrededor. Buscamos generar una o varias zonas de radicación única para estos espacios, imitando experiencias anteriores como la calle Balcarce en la ciudad de Salta", explicó el edil.


 

A su vez se refirió a la importancia de regular la actual disposición en algunos sectores de la ciudad que, en sus palabras, "se volvieron intransitables", haciendo referencia a calles del barrio Pichincha como Brown y Alvear, donde hay una gran presencia de bares, y algunas céntricas. "Seguimos entendiendo que estamos en una situación excepcional y no lo podemos descartar una medida de este tipo porque en cualquier momento pueden volver las restricciones, pero deberían reverse algunos permisos", señaló.

Recuperar la calle

Así como hay concejales que muestran sus reparos ante la vigencia de la normativa, hay otros que sostienen que la misma permite hacer un mejor uso del espacio público. Así lo precisó Verónica Irizar, concejala del Partido Socialista, al destacar que "además de promover la actividad económica en sectores muy castigados en la pandemia, se gana la calle porque se fomenta a que haya una mayor ocupación y por ende más seguridad".

También remarcó la posibilidad de que la situación epidemiológica se recrudezca por las variantes que están en circulación, impulsando a tomar más recaudos a la hora de prevenir contagios. "Creo que es una medida que avala el esparcimiento bajo condiciones que nos aseguran un mejor cuidado de la salud en este contexto", señaló.

En esta misma línea se posicionó Caren Tepp, concejal de Ciudad Futura al considerar que la pandemia aún continúa vigente y las perspectivas para los próximos meses hablan de una tendencia creciente en la cantidad de casos "por lo que es propicio que los bares tengan espacio al aire libre y que la gente pueda disfrutarlos".

A su vez señaló que, previo al decreto municipal que autorizó el uso del espacio vehicular de la calzada a bares, existen proyectos similares que ya fueron aprobados en el Concejo y que esperan aprobación del Ejecutivo Municipal, como en el caso de la iniciativa presentada por el concejal radical Martín Rosúa en el año 2016. La misma plantea que aquellos comercios que deseen ampliarse deban pagar un cánon, que estaría destinado íntegramente al fondo compensador del transporte urbano de pasajeros.

Esto dista de la normativa actual donde los negocios no pagan un extra por dicha ampliación al ser una medida habilitada por el Municipio en el marco de la crisis sanitaria y de las restricciones que operaban en los locales gastronómicos. A cuenta de ellos solo corre la gestión de los elementos que se utilizan para delimitar el perímetro donde ubican las mesas y sillas.

Sobre este último punto, Tepp destacó que estos materiales también están regulados en el decreto municipal. "La misma normativa fija una serie de requisitos que los bares deben respetar como los objetos que se deben usar a la hora de armar un corralito en la calle, la imposibilidad de montar islas en esquinas para no afectar la visión de los autos, entre otros".

Por último, consideró que puede llegar a darse una falta de control en algunas zonas que amerite un refuerzo en las inspecciones por parte de la Municipalidad y que, a futuro, el Concejo tendría que "reveer la ordenanza presentada por Rosúa a partir de la adaptación de lo que fue este decreto". Restará ver si esta propuesta es tenida en cuenta por los ediles rosarinos, pensando en la posibilidad de que, a largo plazo y bajo otro escenario, los bares puedan retribuir a la sociedad parte de los ingresos que hoy en día perciben por ocupar dichos espacios.

Comentarios