En la campaña 2019/20, tanto en maíz como en soja, hubo una fuerte anticipación de negocios por parte del productor. “Las mayorías de los negocios son con operaciones a fijar”, explicó la especialista Lorena D’ Ángelo, según el informe semanal de compra y venta del sector exportador del Ministerio de Agricultura.

La analista de mercados evaluó la situación de los precios de granos en el marco de la pandemia de Covid-19, en un webinar virtual organizado por Matba Rofex School.

En ese sentido, explicó que en soja ya hay comercializado casi un 40% de la campaña, de los cuales un 52% de ese volumen tiene operaciones de precio todavía a fijar. En maíz ya hay negocios cercanos al 60% de la producción y del total un 42% es a fijar. En el caso del trigo hay comercializados y comprometidos casi el 90% de la cosecha y un 20% en la participación de los negocios a fijar. Todos son valores más altos que en la campaña 2018/19.

“Hoy el productor ha estado cosechando a buen ritmo, vendiendo lo nuevo de maíz, entregando soja a fijar o cubriendo compromisos anteriores y cobrando sólo lo necesario”, explicó.

“Están esperando mejores precios, con pocos negocios nuevos y por el impacto que pueden tener distintas variables externas, la evolución del tipo de cambio, el impacto del coronavirus o medidas paliativas del gobierno”, agregó.

“El productor siente que hay variables externas que están impactando en su toma de decisiones. Esto se ve reflejado en la liquidación de divisas”, indicó la especialista. Por ello se explica que la liquidación de agrodólares del período entre enero y marzo del 2020 disminuyó un 16% en comparación con el año pasado.

“El desfasaje del tipo de cambio lleva a tomar nuevas decisiones respecto de sus negocios”, sostuvo y agregó: “Llevó a que el productor realizara muchas ventas anticipadas de soja en dólares”.

Las operaciones a fijar precio escoden las expectativas de mejores precios para el futuro, pero las experiencias pasadas muestran que hay riesgos ocultos por posibles default de compradores, por precios más bajos en el futuro o porque luego los compradores de negocios a fijar pagan un gran diferencial entre el precio que se fija y el precio por nuevo negocios (disponible con entrega).

En el mercado de maíz, con mayores ventas a precio pero también con gran volumen a fijar, el contexto futuro todavía más oscuro por la evolución externa y la demanda que comienza a llenarse con la llegada de camiones a los puertos y la salida de barcos son menos granos por la limitación de la bajante del río Paraná.

El trigo, por su parte, es el producto que se mantiene firme en el mercado disponible por la demanda de la industria y la poca oferta de los productores. Igualmente, la atención del cereal está en la próxima campaña.

La analista también mencionó que “ya estamos en la campaña 20/21, sobre todo en el trigo”. Según datos del Concejo Internacional de Cereales se proyecta un aumento en la producción mundial y que el cereal seguirá siendo el más favorecido desde el punto de vista de la demanda.

En tanto, EE.UU. tiene la menor proyección de siembra de trigo de la historia y sus cultivos de invierno están en peor estado que el año anterior. Mientras que los cultivos de varios países como Europa, Rusia y Ucrania acusan falta de humedad.  

“Hoy hay indicadores favorables a nivel local para el trigo, como la humedad del suelo, y precios -que hoy están por debajo- pero que llegaron a 170 dólares”, sostuvo.

Según explicó, algunas de las variables que están afectando todas las cotizaciones a nivel internacional son una menor demanda de China, la caída del precio internacional del petróleo a valores negativos históricos, menores exportaciones de EE.UU y los aumentos de stock en dicho país, como consecuencia.

El trigo es el producto menos afectado en las caídas de cotizaciones de commodities agrícolas, a pesar de que hay disponibilidad del cereal en el mundo. También hay proyecciones de aumento en el área de siembra de la campaña 2020/21.

En la variación internacional en el mercado de Chicago, desde principios de marzo hasta fines de abril, la soja cayó un -6%, el maíz un -18% y el trigo sólo un -1%.

Una de las razones por la cual el trigo tuvo una menor caída fue el aumento de la demanda, ya que después de los productos de venta online vinculados a salud, continuaron en segundo lugar productos vinculados a la panificación, que empezó a elaborarse más en los hogares en el marco de la cuarentena obligatoria.

A futuro se espera que la demanda de China, que ya está mostrando algunos signos de repunte, afecte las cotizaciones de soja, maíz y algunos negocios de trigo.

En el caso del maíz se espera que a futuro siga afectando la menor demanda de EE.UU. por consumo doméstico y una mayor competencia en Sudamérica.

Por su parte, el trigo en las regiones productoras del mundo está moviendo las cotizaciones del cereal con pronósticos que hacen que baje su cotización en Chicago y repercuta a la baja en el mercado local, a medida que se aproxima la cosecha 20/21. Sin embargo, hay una demanda de trigo activo en aquellos países que necesitan el cereal para alimento.

“El despertar de China es fundamental para identificar si en el mundo se está saliendo del coronavirus con miradas de recuperación, que marcarían no solo el retorno de China al mercado de granos, sino también su retorno a otros mercados”, explicó D' Ángelo.

Para ello, habrá países que estarán más preparados para abastecer al país asiático. En Sudamérica, Brasil se ubica en primer lugar con 122 millones de toneladas de soja y 102 Mt de maíz. En segundo lugar, Argentina con 50 Mt de soja y 55,5 Mt de maíz.