El teletrabajo armonizó la vida familiar y laboral en hombres, pero no en mujeres

El estudio señala que "la mayor posibilidad de conciliación de las actividades laborales con las tareas de cuidado que el teletrabajo podría habilitar sería una realidad solo entre los hombres”

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Cómo impacta  la pandemia de coronavirus en las argentinas y sus tareas de cuidados de niñas, niños, personas mayores y con discapacidad, fue parte de lo que se propuso conocer el estudio  'Cuidados y mujeres en tiempos de Covid-19: la experiencia en la Argentina'. El mismo fue realizado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MMGyD), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). 

Las investigaciones que forman parte de la publicación muestran que la pandemia "acentuó la denominada crisis de los cuidados en la mayoría de los hogares de todos los estratos sociales".

"Antes de la pandemia, los niveles de proliferación del teletrabajo eran similares entre hombres y mujeres" (representaban el 11,9% y el 12,3% del total, respectivamente, de acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec), hoy existe un marcado sesgo de teletrabajo vinculado a los puestos laborales donde predominan las mujeres.

Las dos actividades con mayor potencialidad para teletrabajar tienen un alto componente de empleo femenino: la enseñanza, con 73% de mujeres entre sus trabajadores, y las actividades agrupadas en la categoría “Otros servicios comunitarios, sociales y personales”, con 47% de feminización.

Por el contrario, las dos actividades con menor potencial de teletrabajo tienen una baja tasa de feminización: actividades primarias (12%) y construcción (6%), según datos de la Encuesta Nacional a Trabajadores sobre Condiciones de Empleo, Trabajo, Salud y Seguridad (ECETSS).

El estudio también señala que es alta la cantidad de mujeres en dos rubros que tienen mayor potencial de crecimiento de esta modalidad: hoteles y restaurantes tiene una tasa de feminización del 45% y podría multiplicar por 9,5 veces la cantidad de trabajadores que teletrabajan. Por su parte, la tasa de feminización de los servicios sociales y de salud es del 71% y el sector podría multiplicar por 5,2 veces la cantidad de trabajadores que teletrabajan.

Principales conclusiones

El trabajo destacó que la crisis mundial a causa del coronavirus: "puso de manifiesto la situación de las mujeres en general y las actividades donde se encuentran más sobrerrepresentadas: las tareas remuneradas y no remuneradas de cuidado".

El documento indica que: “el teletrabajo facilita en cierta medida la conciliación de la vida familiar con la actividad laboral, ya que el 74% de quienes teletrabajan puede tomarse una o dos horas libres de su jornada laboral para asuntos personales o familiares”. Además, el informe indica que una de las ventajas del teletrabajo es poder manejar los horarios de forma autónoma y ahorrar el viaje hasta el trabajo.

Pero el resultado de esas facilidades no es igual para todos los géneros. Los hombres que teletrabajan: “declaran disponer de mayor margen para ocuparse de asuntos personales o familiares en relación con quienes desarrollan sus actividades de manera presencial (el 84% frente al 65%, respectivamente)”. Por otra parte, “entre las mujeres no se observaron diferencias sobre este punto”.

“La proporción de quienes pueden dedicar parte de su jornada a asuntos personales y familiares fue equivalente entre las trabajadoras que realizan teletrabajo y las que no lo hacen (el 64% frente al 65%, respectivamente). Por lo tanto, la mayor posibilidad de conciliación de las actividades laborales con las tareas de cuidado que el teletrabajo podría habilitar sería una realidad solo entre los hombres”, señalan el MMGyD y la Cepal.

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