Fabrican anteojos sustentables con madera y ganaron el Sello de Buen Diseño Argentino

La cooperativa, con sede en las instalaciones del Polo Tecnológico de Rosario, fabrica sus modelos en sinergia con comunidades rurales del norte de Santa Fe

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Atemporal Coop es el nombre de una cooperativa de emprendedores rosarinos que se especializa en fabricar anteojos de sol con madera provenientes de árboles de reforestación y alpaca artesanal. Su marca acaba de obtener el Sello de Bueno Diseño Argentino (SBD), insignia otorgada desde Nación a los productos de industria nacional que se destacan por su diseño, innovación y producción sustentable.

Se trata del primer reconocimiento que el proyecto obtiene a nivel nacional y el cuarto en lo que respecta a diseño ya que obtuvo con anterioridad tres distinciones más por parte del Gobierno de Santa Fe.

"Es el primer reconocimiento que nos permite instalas la marca a nivel nacional. Haber obtenido este sello nos valida a una escala más grande y está alineado con nuestra idea de impulsar nuestra producción a todo el país y agrandar nuestro equipo de trabajo con foco en el diseño y la sustentabilidad", contó a Ecos365 Gerónimo Aguilar fundador de Atemporal Coop.

Los inicios

"Nacimos con el propósito de reactivar comunidades del norte provincial de Santa Fe, afectadas por el retiro de la histórica fábrica La Forestal", es el leitmotiv de Atemporal Coop en sus redes sociales. El emprendimiento lleva este nombre desde el 2018 pero Aguilar viene involucrado en la fabricación de lentes de madera desde mucho antes.

Todo comenzó el día en que visitó una óptica para cambiar los anteojos. Allí encontró unos exclusivos lentes con marco de madera que le llamaron mucho la atención y pensó en hacer lo mismo con los suyos. De forma autodidáctica, aprendió el oficio y fue recibiendo pedidos de amigos y conocidos que querían tener su novedoso producto. Así, en un primer momento, los empezó a comercializar bajo la marca Anfibio. 

Anteojos de sol de Atemporal Coop.
 

"El cambio de nombre a Atemporal surgió por haber participado en distintas convocatorias provinciales en las que, de alguna manera, pudimos darle la vuelta al proyecto y pasar de ser un hobbie a ser un emprendimiento que genere su ingreso y se vaya consolidado. El nombre responde a la atemporalidad que surge de combinar el trabajo artesanal con la tecnología de punta para crear un producto único", señaló Aguilar.

En medio de su participación en programas de emprendedores, Atemporal se vinculó con la fundación de la Bolsa de Comercio de Rosario, quienes venían llevando a cabo acciones en el Paraje San Juan, al norte de Santa Fe. Fue en ese momento que tomaron contacto con artesanos de una comunidad rural de la zona con el objetivo de integrarlos al proyecto.

Crecer en comunidad

Al principio, los emprendedores rurales se sumaron a trabajar en la elaboración de estuches de cuero, mientras el proceso de armado de los marcos y lentes se seguía haciendo en Rosario. Sin embargo, Aguilar destacó que se terminó forjando un vínculo muy fructífero entre ambas partes que los llevó a capacitarlos en la fabricación de los anteojos.

"En el medio de todo este proceso conformamos la cooperativa de trabajo y se nos ocurre la idea de trasladar todos los equipos al norte de Santa Fe para centralizar la producción desde allí. Esa era el plan original, pero la pandemia puso en stand by este deseo y terminamos quedándonos en la ciudad", contó el emprendedor.

Aún con el proyecto de mudanza frustrado, desde la cooperativa ya están pensando en una nueva forma de organización en la que también participen la Universidad de Rosario y el Polo Tecnológico, institución en donde Atemporal tiene su sede de diseño, producción y gestión, más precisamente en su zona de coworking conocida como espacio Maker.


 

"Hoy Atemporal Coop está integrada por ocho asociados, pero la idea es incorporar talento profesional que pueda aportar conocimientos específicos a nuestro trabajo y pensando en incursionar en nuevos materiales para fabricar productos. Pensamos producir más y producir mejor, por eso buscamos incorporar gente capacitada que eleve los estándares de producción y nos sume competitividad", precisó el emprendedor.

Lo más destacable para el joven es que la iniciativa que por mes llega a producir entre 100 y 150 unidades de lentes está pronta a saltar de una fase de prototipo a una etapa industrial. A mediano plazo,el objetivo está puesto en montar su propia fábrica.

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