Faltan repuestos y los autos rosarinos cada vez pasan más tiempo en los talleres

Se agudizó la escasez de autopartes por el cierre de importaciones y la baja producción nacional. Crece la compra de piezas alternativas y las visitas a desarmaderos

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Reponer una pieza que se rompió o que ya cumplió su vida útil resulta cada vez más difícil para los automovilistas rosarinos, no sólo por los enormes valores que se dispararon al ritmo de la devaluación y la inflación, sino porque sencillamente hay una gran faltante de autopartes. Cubiertas es muy difícil conseguir, pero también faltan embragues, baterías y algunos motores, y no sobran amortiguadores, discos ni pastillas de freno.

Sin repuestos

El problema no es nuevo pero se agravó en los últimos meses, con el endurecimiento del cierre de las importaciones por la imperiosa necesidad del Gobierno nacional de cuidar las reservas del Banco Central. “En nuestro rubro pasa lo que ocurre en el resto: falta mucha mercadería porque no hay importación, y el problema es que en los autos la enorme mayoría de las piezas vienen de afuera”, sentenció Carlos Yummati, titular de la Cámara de Repuesteros de Rosario.

Balanza comercial de autopartes a septiembre de 2021 (AFAC)

“Para aquel que trabaja o se mueve a diario con el auto resulta desesperante tenerlo parado varias semanas porque no consigue una autoparte”, se sinceró en diálogo con Ecos365. La particularidad de esta situación es que, a diferencia de otras, ya no sólo se frenó la llegada de repuestos que tienen fabricación nacional, sino que también faltan los que no se producen en el país pese a que cuentan con licencias automáticas. “Ahora nosotros las llamamos ‘licencias no automáticas’ porque si entran, es en cuentagotas”, apuntó.

El problema es nacional, y el propio presidente de la Cámara de Comerciantes de Repuestos del Automotor (CCRA), Roberto Morales, lo confirmó. “La ralentización de ingresos es importantísima, de hecho me pasa a mí, que traigo bujías con licencia automática y aún así es lento”, aseveró y agregó que un auto tiene en promedio un 80% de componente importado. “Si cerrás la importación de todo eso es muy difícil, porque las ópticas se fabrican en Europa, otra parte en Japón. Y en muchos casos no hay alternativa nacional”, explicó.

Importación de autopartes (AFAC)

Falta de producción nacional

Pero incluso lo poco que se produce en Argentina no alcanza a atender la demanda: “Baterías se fabrican en el país pero no las suficientes, entonces hay que traer de Brasil pero muchas veces no las dejan pasar”, indicó. La situación se agrava a la hora de buscar autopartes más específicas de cada vehículo, porque cada vez son menos las opciones locales. “Acá cuesta muchísimo dinero fabricar una pieza, las matrices son carísimas, y a menos que sea un vehículo con mucha circulación, muchas veces no resulta redituable hacer semejante inversión porque no la recuperás”, analizó Yummati.

Consideró que tal como ocurre hace rato con los celulares, los autos parecen haber entrado en el circuito de la obsolescencia programada, ya que después de unos años de circulación, empieza a ser muy difícil conseguir sus piezas porque la industria ya produce las partes de los modelos subsiguientes. “En este contexto, acá son pocos los que se animan a fabricar repuestos que en unos años no van a servir más. Pero además hoy por hoy, también está difícil acceder a la materia prima”, dijo.

Dedicado a trabajar sobre trenes delanteros, contó que a nivel nacional Acindar recién empezó a entregarle insumos después de más de un año, y sólo el 25% de lo pedido. Lo mismo ocurre con las gomas, por la notoria falta de caucho. “Hoy es impresionante el faltante de cubiertas, y si conseguís, no bajan de $120 mil las cuatro de un auto estándar”, afirmó. Es que nunca falta el que aprovecha la escasez para poner precios exorbitantes. Además, con la pandemia, el valor de traer un contenedor de afuera saltó de u$s2.500 a u$s12.000, y recién ahora empezó a bajar lentamente para ubicarse en torno a los u$s8.000.

Importación de autopartes por origen (AFAC)

La alternativa china y el mercado negro

Como en todos los rubros, un país que viene creciendo enormemente en materia de autopartes es China. Con mayor stock y un precio que puede representar hasta un tercio que el repuesto original, resulta una opción tentadora para cualquier argentino en momentos de sequía como este. Pero siempre está en duda la calidad del producto. “En general, no es lo más recomendable comprar chino porque hay pocas garantías de buen funcionamiento, más allá de que te puede sacar del apuro”, opinó Diego, de Autopartes Medrano. Eso sí, siempre se recomienda apelar a un mecánico de confianza, porque no falta quien le pasa al cliente el valor de la pieza original, pero compra la china y se queda con la diferencia.

Entre la escasez, los precios desorbitados y la desconfianza a lo chino, no son pocos los que recurren a los desarmaderos. Aunque es un nicho mirado de reojo por la sospecha de su ligazón con el robo y desmantelamiento de autos, también están los oficiales que se quedan con las autopartes de vehículos dados de baja por destrucción total. Claro que en esos casos, cada pieza debe contar con la correspondiente identificación que así lo acredite. “El valor es mucho más económico, tengo conocidos que tenían que cambiar un capot que original costaba $60 mil, alternativo $35 mil y en un desarmadero lo pagaron $9 mil”, graficó el encargado.

Productos importados (AFAC)

Versión oficial

El Gobierno niega que se estén poniendo más trabas a las importaciones, y atribuye las demoras a cuestiones logísticas. Es más, toma como referencia el último informe de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (Afac), que da cuenta de una balanza comercial autopartista con un déficit de u$s4.956 millones durante los primeros nueve meses de 2021, aumentando un 94,2% respecto al mismo periodo de 2020.

En ese lapso, las importaciones de autopartes aumentaron un 81,8%, alcanzando los u$s5.988 millones, incremento que se correlaciona con la suba en la producción de vehículos, que aumentó un 85,5% llegando a las 307.412 unidades fabricadas en este tiempo. Las exportaciones, en tanto, aumentaron un 39,2%, cerrando el periodo analizado en u$s1.033 millones. ¿Será cuestión de tiempo hasta que se normalice por completo el mercado tras la salida de la pandemia? Mientras tanto los automovilistas cada vez deben dejar más tiempo su coche en el taller.

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