Food parks: un atractivo modelo gastronómico con vía libre para crecer en Rosario

Tras la reglamentación de la Municipalidad, florecen los predios de comida al aire libre, que reúnen diferentes propuestas en un mismo lugar. Cualidades de un formato que atrae a marcas y público

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En febrero de este año, la Municipalidad de Rosario publicó una normativa que busca regular la actividad de los food parks en la ciudad. Se trata de predios al aire libre donde las marcas instalan sus propuestas dentro de camiones, llamados contenedores, para expendio de comidas y bebidas. Una de las particularidades es que las mesas se comparten, permitiendo al público optar por diferentes opciones gastronómicas que se venden en el lugar.

Se trata de un formato que encontró un gran impulso durante la pandemia, en un momento donde el consumo en espacios abiertos adquirió gran importancia y hasta llegó a ser, en períodos, el requisito fundamental para poder recibir a los comensales.

Es innegable el lazo de hermandad que comparten con los patios de comidas de los shoppings. Sin embargo, los food parks parecen haber llevado la propuesta un poco más lejos dando paso a una sofisticación en la opciones de comida y bebida que ofrecen y en su estética, la cual se asemeja más a la de una feria ambulante. Así, es común encontrar menos cartelería estridente y mármol y más madera y guirnaldas, además de plantas y otro tipo de vegetación que logran generar un ambiente más relajado.

De los polos gastronómicos a los food parks

La idea de reunir en un lugar acotado diferentes propuestas no es nueva y de hecho, en Rosario unos años atrás comenzó a crecer un modelo que podría verse como la pequeña escala de los food parks y es el de los polos o paseos gastronómicos. Se trata de espacios que, en vez de contenedores, suelen albergar diferentes tiendas, con mesas para consumo tanto interno como externo.

Ejemplos de estos polos son Plaza Pichincha, dividido por pisos, cada uno de los cuales se maneja con una carta en particular. Otro es Estación Funes, que reúne a las cadena de hamburguesas, Ronnie, y de sushi, Dashi, y también a los helados de la marca Salvador. A su vez, en zona norte, la heladería Bajo Cero y la pizzería neoyorkina Las Tortugas Ninja se aliaron para abrir en el predio donde supo estar el bar Don García.

Y no se puede hablar de paseos gastronómicos sin nombrar a Food Park, un proyecto que abrió sus puertas en el año 2017, en pleno corazón de Pichincha, en calle Jujuy entre Oroño y Alvear. Con forma de galería, supo alojar a cinco containers con mesas comunitarias y consumo al aire libre, como los food parks de ahora pero en un espacio más pequeño. El objetivo era crear un ambiente descontracturado y en ese momento, fue muy novedoso para la zona y la ciudad en sí misma.

Imagen de Distrito Pichincha.
 

“Tenemos esta nueva opción de patios de comida con la diferencia de que cada puesto te da un producto bien segmentado y todos tienden a ser opciones elaboradas y muy puntuales, con comidas típicas de diferentes países. Es una movida que viene de afuera, en Miami los food parks son un boom y acá el sector se dio cuenta de que estaba bueno para generar más encuentro”, señaló Marcelo Sulichín, asesor de empresas gastronómicas.

Para Carlos Mellano, referente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (AEHGAR), "la reproducción de las marcas es la nueva tendencia que viene creciendo con fuerza en la ciudad", y consideró que el formato de food park es muy beneficioso para el rubro ya que permite ahorrar en recursos humanos en comparación con un local tradicional.

Vale destacar que la posibilidad de ahorrar en la cantidad de empleados no solo es útil por el lado económico, sino también por el hecho de que desde la gastronomía, hace tiempo que vienen advirtiendo sobre la dificultad de conseguir personal calificado para desempeñarse, sobre todo en las áreas de cocina.

"Es un formato donde las marcas van diversificando y tiene que ver con una creación novedosa porque te permite achicar los recursos humanos y hacerlos más eficientes para el público. Hoy la gente sale, después hay que ver cuánto consumen pero salir sale y eso hay que aprovecharlo", sostuvo Mellano.

Qué abrió y que es lo que se viene

La reglamentación de los food parks en Rosario estuvo muy ligada a la apertura de Distrito Pichincha, en Av. Rivadavia 2355, en el predio de la ex planta impresora de La Capital. El acuerdo que se estableció para montar allí un paseo gastronómico al aire libre es por dos años con opción a optar por un tercero.

Al tratarse de una iniciativa que tendrá un tiempo determinado, lo que se levantó en el lugar fue con equipamiento transitorio, con estructuras livianas y de carpintería metálica. En total, son 16 las marcas que lo ocupan, entre las que figuran: Zapata vermutería, Nama Sushi, La Estancia Carnes argentinas, Noa empanadas norteñas, Temple cervecería, Tenque cocktails, cerveza y vino y heladería Marbet, entre otras.

Punto Funes y Punto Fisherton son otros dos paseos gastronómicos al aire libre pensados a una escala más pequeña, pero dando cuenta de un fenómeno que logró extenderse más allá de Pichincha para conquistar nuevas zonas de la ciudad y localidad cercanas.

Vista de Punto Funes.
 

El primero está ubicado en Av. Illia y Los Nogales y trabaja con 8 marcas, mientras que el segundo se encuentra en la esquina de Córdoba y Wilde y acaba de expandirse, sumado tres nuevas marcas a las que ya estaban en el predio: la pizzería La Vendetta, la cervecería Patagonia y la heladería Renato. Las mismas llegaron de la mano de Asgar, consorcio gastronómico que desembarcó con Asgardian, Espiria Bakery y El Riel.

También en Funes aparece Plaza Los Morros, food park que funciona de miércoles a domingo en Av. Fuerza Aérea 3529 y que tiene diferentes menúes gastronómicos entre los que se encuentran pizza estilo napolitanas al horno de barro, comida asiática, tapeo y sándwiches gourmet, además de un stand para degustar diferentes bebidas.

Pero si de food parks se trata, hay que hablar de Gorostiaga, el sello de un empresario del sector que ya plantó bandera en Fisherton (Wilde y Comenius) y se prepara para hacerlo en Pichincha y en Funes. Se trata de Darío Vilches, quien también está al frente del Complejo Tra Noi, Funes (ahora Espacio Gorostiaga).

Según contó a Ecos365, Gorostiaga Pichincha estará emplazado entre las calles Güemes, Richieri, Ovidio Lagos y Avenida del Valle, en un terreno de aproximadamente 1600 m2. El objetivo es abrirlo por primera vez y de forma esporádica en vacaciones de inverno y ya con un horario fijo una vez venida la primavera, con la suba de temperaturas.

Es que tal como señaló Marcelo Sulichín, una de las desventajas de los paseos al aire libre es el clima. Por eso muchos apuntan a abrir también al mediodía, para aprovechar los momentos de sol y se equipan con mayor infraestructura como estufas eléctricas o toldos para resistir el frío o las lloviznas.

"El lugar ya está terminado pero viene el invierno y solamente trabajaríamos tres días a la semana, viernes sábados y domingos, no le vemos mucho sentido así que vamos a aguardar unos meses", contó Vilches, quien trabaja en este proyecto desde hace cuatro años. Según contó, el mismo está inspirado en Pop Brixton, un "food market" muy popular en la ciudad de Londres, Inglaterra.

En este sentido, Vilches remarcó que el lugar está ambientado como un gran vivero, lleno de plantas y vegetación y que incluso, se construyó una calle interna que desemboca en Avenida del Valle y que está pensada para que la puedan recorrer ciclistas y peatones.

Render de Gorostiaga Pichincha.
 

Los contenedores fueron fabricados por él y el grupo de inversores que acompañan el proyecto. Son alrededor de 25, los cuales les serán alquilados de forma particular a las marcas que se instalen en el predio, la mayoría de las cuales ya están definidas. Sobre este punto, Vilches dijo que están evaluando la heladería que acompañará al lugar y que puede ser Unique (marca con la que ya trabajan en Gorostiaga Fisherton) o los helados artesanales de Bocha.

Algunos de los jugadores que estarán presentes en el nuevo predio de Pichincha son: Vrinda, con eje en la comida sana, Chiverta, con foco en las picadas, la pizzería Tasty, la hamburguesería Tío Sam y las marcas de cerveza Stella Artois, Patagonia y Corona, que además de bebida incluirá comida mexicana.

"Vamos a tener comidas de distintas regiones, comida peruana, brasileña, venezolana. Buscamos que la gente pueda comer variado y de forma relajada, que pueda ir con su bici, pasear por el lugar, todo diferente. Además, resulta muy bueno para las marcas que en vez de gastar u$s 15 mil para poner un local, acceden a este espacio a un costo mucho menor y con una obra detrás muy linda y atractiva para el público", comentó Vilches.

En cuanto a Gorostiaga Funes, contó que el plan es abrir de cara a noviembre y que, por lo pronto, reunirá a once marcas, varias con las cuales ya viene trabajando.

Food trucks vs contenedores

Algo interesante para hacer hincapié a la hora de hablar de food parks es que estos no están compuestos por food trucks, como se suelen mencionar muchas veces, sino por contenedores, es decir, espacios fijos que no tienen la capacidad de circulación que sí poseen los primeros.

"Ninguno de todos los que hay son food trucks, son todos fijos. Hoy en día hay solo diez licencias para food trucks porque una de las normativas que rigen para este modelo es que tienen que mantenerse como mínimo a 200 metros de distancia de un local gastronómico, por eso diseñamos un formato que queda estancado en el lugar", indicó Arturo Milano, titular de la Cámara de Foodtrucks de Rosario.

Ejemplo de contenedor en Food Park.
 

El referente indicó que participó de las primeras reglamentaciones que se hicieron en la ciudad para regular los espacios de comida al aire libre. Explicó que tomaron de referencia algunos puntos que regían para lo que eran los patios de comida en los shoppings, como por ejemplo, que cada puesto o contenedor tenga una habilitación particular.

"Si vos das una habilitación general que los englobe, uno tiene problemas y terminan teniendo problemas todos, por eso los pensamos por separado", señaló Milano, haciendo referencia a que fue en pos de pensar una estrategia que facilitara su funcionamiento, al tener en su interior diferentes grupos gastronómicos administrando sus servicios.

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