Heladerías venden menos que el verano pasado, pero no frena la apertura de locales

Con los meses de calor, se multiplican las heladerías en la ciudad de la mano de marcas ya conocidas y nuevos jugadores. Las próximas inauguraciones y los desafíos del sector para el 2021

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La pandemia trajo una sorpresa más que grata para las heladerías. Lejos de provocar una caída en las ventas, el sector tomó impulso a partir de las medidas de cuarentena, donde las personas se volcaron a consumir helado en los meses de frío. Al contrario, la baja se empezó a notar con el calor y hay locales que afirman vender hasta un 50% menos que la temporada pasada.

Sin embargo, este escenario no parece afectar la expansión de algunas marcas con trayectoria en la ciudad que apuestan a la apertura de nuevos locales. La realidad es que las heladerías vienen multiplicándose, a la vez que se les demanda una mayor profesionalización en el servicio y propuestas variadas para hacerse un lugar en uno de los rubros más competitivos de Rosario.

No hay uno sin dos, ni dos sin tres

En septiembre del 2019 abría sus puertas Chloë, una heladería que se instaló en el barrio Pichincha, en la esquina de Jujuy y Moreno. El proyecto es comandado por los amigos y socios Emmanuel Bloj, en la parte de marketing y Mauro Rivero, quien nació en Venezuela y aprendió de su padre el oficio heladero. La marca logró gran cantidad de adeptos a sus productos, donde no sólo se destaca el helado, sino también los ice creams sandwiches.

Ahora, se alista para desembarcar en barrio Martin, con un local que estará ubicado en la esquina de Zeballos y Juan Manuel de Rosas y la fecha tentativa de apertura es el 14 de febrero, Día de los Enamorados. "En su momento pensábamos abrir en Funes o Fisherton, pero el delivery llegó para quedarse y en esos dos barrios no estaba tan afianzado este servicio”, señaló Rivero.

La fachada del nuevo local de Chloë en Barrio Martin.

En el invierno, Chloë vendió apenas un 10% menos que durante el verano pasado, lo cual sorprendió a los emprendedores que esperaban que la baja fuera de un 50%. Aunque vale aclarar que los pedidos se concentraron en las plataformas de delivery, esto hizo la rentabilidad no estuviera al mismo nivel que en los meses de calor por las comisiones que estas cobran.

Por otro lado, Rivero agregó que ahora se nota una baja cercana al 20% con respecto al verano 2020 y entre los motivos hizo mención al hecho de que Pichincha concentra un público juvenil, parte del cual no se encuentra actualmente en Rosario, por lo que hay una menor circulación de personas. “Creo que en barrio Martin hay un público más adulto y establecido que nos puede favorecer a la hora de incrementar las ventas. Además, no hay tantas heladerías en la zona”, indicó el emprendedor.

Otro es el caso de la tradicional marca de helados Marbet, que se le animó al formato franquicias y abrió las dos primeras en Rosario. Una de ellas inauguró en noviembre del año pasado en Presidente Roca 1783 y la segunda lo hizo pocas semanas atrás en la esquina de Mendoza y Primero de Mayo. Ambos locales se suman a los cinco propios que tiene la empresa.

Carlos Rivero, titular de Marbet, señaló a Ecos365 que su objetivo es crecer con el formato franquicias, pero que van sin apuro: “la idea es pensar bien dónde abrimos, el local y el perfil de los interesados. Recibimos muchas propuestas, pero no todas nos convencen”. En cuanto a las próximas inauguraciones, el empresario destacó que planean abrir una tercera franquicia en el barrio Fisherton.

Aunque todavía no definieron local, estará ubicada sobre Córdoba, entre Donado y Wilde: “Estamos buscando el lugar ideal en Fisherton, tiene que ser un negocio que resista todo el año, no sólo en verano. Va a estar a cargo de dos periodistas que trabajan para la cadena Fox en Buenos Aires”, precisó el referente de Marbet, quien también recibió una solicitud para abrir una heladería en Catamarca e Italia.

La primera franquicia de Marbet, abierta en Presidente Roca 1783.

Rivero dijo que este verano escuchó que la venta en algunos negocios bajó hasta un 50% y, en su caso, alrededor de un 30%. Además, hizo mención al encarecimiento de los insumos importados por la escalada del dólar. Uno de los que más se vio afectado fue el cacao, traído directamente desde Costa de Marfil.

Según su opinión, el gran desafío en la industria este 2021 es lograr hacer frente a la devaluación del peso sin tener que trasladar subas al precio del helado ni bajar su calidad. También señaló que, por el descenso en las ventas, se debe apuntar a crecer en zonas de ingresos altos, donde se concentra la mayor rentabilidad para un negocio.

Hacia nuevas ciudades

La saturación del mercado local con la apertura de heladerías llevó a algunas marcas a probar suerte en otros destinos. Eso sí, se trata de ciudades que tienen una cierta densidad poblacional y un flujo comercial que garantiza, al menos, buenas perspectivas en lo que respecta a la venta de helados.

Este es caso de Salvador, comandada por Pablo Lagrutta, quien ya cuenta con dos negocios en Moreno y Urquiza y en Alvear y Jujuy y sumó un tercero en Funes, abierto en diciembre del año pasado. Los motivos se debían a la posibilidad de ampliar su cartera de clientes con un nuevo público y al boom de alquileres de casas quintas, lo que acarreó una afluencia de rosarinos a dicha ciudad para pasar el verano.

“En Funes nos fue realmente bien, el flujo de personas allí compensa la gente que no está hoy en día en Pichincha”, señaló Pablo y agregó que esta heladería es la primera franquicia de la marca, formato con el cual piensa seguir expandiéndose: “es el camino a seguir en lo que respecta a las próximas aperturas”.

El complejo Estación Funes, donde Salvador abrió local, acompañado de la marca de hamburguesas Ronnie y Sushi Dashi.

También coincidió en que las importaciones complican al sector ya que no solo los valores se incrementan semana a semana, sino que demoran en ingresar algunos productos: “la vainilla en chaucha que venía directo de Francia no la pude conseguir más”.

Si de expandirse por fuera de Rosario se trata, Esther viene creciendo en nuevas localidades a partir de las franquicias. En sus redes sociales, la marca deja ver que su última apertura acaba de ser en la localidad de Firmat, al sur de Santa Fe. También se renovó con un negocio en Funes que incluye pastelería y cafetería.

Pero la cosa viene desde antes y ya tiene tiendas repartidas en localidades como: Pueblo Esther, Arroyo Seco, Armstrong, Coronel Bogado, Cañada de Gómez, Acebal, Álvarez, Las Rosas, Roldán y la frutilla del postre: Puerto Madryn, en la lejana provincia de Chubut.

Otra marca que no descarta crecer fuera de Rosario con su modelo de franquicias es Gianduia, que en la actualidad tiene diez heladerías repartidas por distintos barrios, la última de ellas en San Martín y Uriburu. La marca logró destacarse en el mercado por incluir, además de helado y pastelería, paletas heladas de distintos sabores, colores y diseños.

“Todos los días no llegan pedidos para abrir franquicias en Mendoza, Buenos Aires, Córdoba. La realidad es que queremos que sea nuestro próximo paso, pero aún no estamos preparados, nos falta afianzar todo el tema de logística y producción, hoy llegamos muy justos a proveer a todas nuestras bocas”, señaló Julián a Ecos365, quien está al frente de la marca.

Nuevos jugadores asoman

La última irrupción en suelo local llegó de la mano de Antico Gelatto e Café, un nuevo espacio que abrió sus puertas diez días atrás en la esquina de Buenos Aires y Córdoba, a metros del Monumento e incluye, tanto el sector de heladería, como servicio de pastelería y cafetería.

Su dueño Martín, contó a Ecos365 que tenían pensado abrir en abril del año pasado pero la pandemia puso un freno al proyecto y en vez de inaugurarlo con la llegada del otoño, lo hizo en pleno verano, algo que sin dudas le dio un envión a la parte de las cremas heladas. En cuanto a los gustos, se pueden encontrar desde variedades de chocolates y dulce de leche, hasta helados de agua y algunos exóticos como Crema Frágola, a base de frutillas y Nocciola, con avellanas.

Los principales sabores de Antico presentados en exhibidora, un formato que ganó impulso en los últimos años.

La apuesta a futuro es franquiciar la marca y crecer hacia afuera. Para cumplir con esta meta, desde Antico se encuentran levantando su propia fábrica con la que buscan centralizar todo el proceso de elaboración del helado. "Un desafío este año es lograr que nos conozcan en otras ciudades y expandir la marca. Todavía faltan dos o tres meses y vamos a tener todas nuestras máquinas en un solo lugar y en condiciones de seguir creciendo", destacó el emprendedor.

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