El comienzo de la semana trajo una importante novedad para la ciencia argentina. Pasado el mediodía del lunes se conoció que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) concluyó favorablemente la evaluación del Trigo HB4, después de un largo proceso con múltiples requisitos legales y reglamentarios.
La noticia, anunciada en redes por Gabriel Rebagliati (gerente de Comunicación Corporativa del Grupo Bioceres), constituye un guiño importante. “Como para dimensionar la importancia de esta noticia y la exigencia y seriedad de la FDA, es bueno recordar que se trata del organismo norteamericano que estuvo (y está) a cargo de regular y autorizar las vacunas contra el COVID19 que nos permiten vivir de nuevo una vida normal”, indicó.
Otro hito para @grupobioceres y la ciencia argentina: la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. @US_FDA concluyó favorablemente la evaluación del Trigo HB4, después de un largo proceso con múltiples requisitos legales y reglamentarios. pic.twitter.com/OEUOFlPg7D
— Gabino Rebagliati (@gaboreba86) June 27, 2022
Cabe destacar que junto a la FDA trabajan la Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Agricultura del Gobierno de EE.UU. para garantizar que los organismos genéticamente modificados, como el Trigo HB4, sean seguros para la salud humana, vegetal y animal
“Esta es la primera vez que la FDA concluye favorablemente la evaluación de un desarrollo argentino de este tipo y se suma así a la autorización del Trigo HB4 en Argentina, la aprobación en Brasil y Colombia, y la emitida por Food Standards para Australia y Nueva Zelanda”, remarcó Rebagliati.
Y agregó: “en un contexto como el actual, con una alta demanda global de trigo producto de la crisis generada por la invasión de Rusia a Ucrania y el cierre de exportaciones de India (el 2º productor mundial), es clave la aprobación de esta tecnología argentina única en el mundo”. Por eso, expresó: “Argentina tiene legitimidad para impulsar estos avances en la agenda global. Hay que avanzar sin miedo y con la responsabilidad y el orgullo de ser pioneros en desarrollos en ciencia y tecnología”.
Debe señalarse que la consulta ante la FDA fue iniciada en 2018 y, si bien es de carácter voluntario, implica una extensa y rigurosa serie de presentaciones para obtener una evaluación regulatoria, nutricional, de impacto ambiental, calidad y de seguridad integral.
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