Invirtió u$s 9.500.000 para reconvertir fábrica que quebró en una planta líder en agroquímicos

La apuesta corre por cuenta de Gustavo Pierri, empresario que invirtió para reabrir la ex planta Síntesis Química, en la localidad santafesina de Fighiera

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Este viernes 28 de octubre cortará cintas en la localidad santafesina de Fighiera la nueva planta de Aranami Industrial, una firma de capitales nacionales con más de veinte años de trayectoria en servicios de formulación para la industria de fertilizantes y agroquímicos. Con una inversión estimada en u$s 9.500.000, buscan convertirla en una planta de excelencia en el país que sirva de referencia futura para el resto de las plantas formuladoras de fitosanitarios y defensivos de agro.

Fue luego de la quiebra de la firma Síntesis Química y la decisión judicial del remate de los bienes de la misma que Gustavo Pierri, uno de los socios de Aranami S.A, decidió de forma particular adquirir la planta de formulaciones a finales del 2019. Se trata del hermano de Alberto Pierri, un reconocido empresario argentino dueño de la firma Telecentro S.A. y expolítico justicialista que presidió la Cámara de Diputados de la Nación Argentina por una década durante la presidencia de Carlos Menem.

Estando en contacto con ex empleados de Síntesis Química, coordinó un equipo de trabajo mediante el cual se realizó una evaluación y posterior puesta en valor de la planta incluyendo la renovación de los equipos, el mejoramiento de las instalaciones existentes y el proyecto de ampliación de la capacidad productiva de la empresa.

Según informaron desde la firma, en su primera etapa planea crear 200 puestos de trabajo y proyecta expandirse para poder incorporar cada vez más empleados a la fábrica que ocupa un extenso predio de ocho hectáreas de suelo.

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Síntesis Química, planta dedicada a la fabricación de productos químicos para el sector agro, se encontraba ubicada a 37 kilómetros al sur de Rosario y sobre el río Paraná. La firma comenzó con problemas financieros en el año 2017 y, pese a cambio de dueños, no pudo recuperarse, dejando de funcionar en el 2018 y quedando a la deriva alrededor de 45 fuentes laborales.

Sin embargo, a finales del 2019 se conoció por medios locales la noticia de que la planta había sido adquirida por un privado que pagó una suma millonaria para quedarse con la misma, además de los bienes que tenía en su interior. Esto es tras el remate que ordenó la justica en marzo pasado con la firma del Dr. Jorge S. Sicoli., Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 3.

Así, se abre una nueva etapa para la planta localizada al sur de Santa Fe que ahora comenzará a transitar un nuevo camino, esperando volverse una referente en la industria de los agroquímicos tanto dentro como fuera del país e impactando positivamente en la zona, al generarse con su apertura nuevos puestos de trabajo.

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