Las universidades suman capital innovador y lo ponen al servicio de pymes y startups

Referentes de la Universidad del Litoral, la Austral y UCA cuentan sus experiencias de trabajo para impulsar el ecosistema empresarial y emprendedor en Santa Fe 

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En Santa Fe, cada vez más empresas se lanzan a innovar y cada vez más estudiantes deciden emprender, encontrando en las universidades el aliado estratégico para escalar sus proyectos. Ya sea a partir de mentorías, competencias y programas, prestando sus instalaciones o gestionando líneas de financiamiento, dichas instituciones logran trascender el ámbito académico para posicionarse como un actor clave en el desarrollo del ecosistema científico, tecnológico y productivo de nuestra región.

El mayor protagonismo que vienen adquiriendo está a tono con el crecimiento de startups y con los procesos de modernización que vienen llevando adelante industrias de diversos sectores. A su vez, no hay que dejar de lado el estímulo que se le comenzó a prestar desde el sector gubernamental.

Un ejemplo es el fondo de inversión SF500, un plan inédito en Argentina que tendrá como objetivo apoyar el nacimiento de 500 nuevas startups en el país y que fue lanzado por la gestión provinial de Omar Perotti en conjunto con la empresa biotecnológica Bioceres.

Esto motoriza a que universidades de la provincia hoy se encuentren preparando y ampliando sus instalaciones para radicar a las nuevas empresas que surjan de cara a los próximos años. Un caso es el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Ambiental, Química y Biotecnología Aplicada (Ingebio), que funciona en la sede de Rosario de la Universidad Católica Argentina (UCA), ubicada en Avenida Pellegrini al 3300.

Nuevos pisos a habilitar dentro del laboratorio de UCA Rosario.
 

Según contó Lucas Salvatierra, director de Ingebío, la universidad está en tratativas para habilitar el tercer y cuarto piso del edificio, donde se sumarán 600 m2 de laboratorio. "La obra ya se está haciendo y ahora accedimos a fondos de la provincia, para terminarla. Nos presentamos a una convocatoria de la Agencia Provincial de Ciencia Tecnología e Innovación (Asactei) y lo hicimos manera asociativa junto a Inmet, empresa de ingeniería metabólica del grupo Bioceres que va a instalar una planta piloto en el campus", detalló el directivo.

De impulsar proyectos a incubar startups

La obra para habilitar los nuevos pisos de Ingebío está avanzada y Salvatierra contó que se vienen manteniendo conversaciones con empresas para que puedan arribar con sus procesos científicos al campus. Más allá de Inmet y su nueva planta, la cual planean que esté operativa en el primer trimestre del 2022, la universidad ya tiene experiencia en alojar a otras firmas en pleno proceso de crecimiento.

Tal es el caso de Michroma, compañía rosarina que busca reemplazar los colorantes artificiales de las comidas por soluciones naturales a base de hongos. Luego de llamar la atención de una aceleradora de biotecnología con la que viajaron a Silicon Valley para desarrollar el proyecto a escala, el grupo volvió para radicarse en su campus, donde se encuentran desde agosto del año pasado.

"Los alumnos comenzaron a pensar en emprender y en generar sus propios negocios".

Otra universidad que tiene impronta de trabajo en todo lo que es creación de startups y generación de nuevos proyectos es la Austral. En este sentido, Pablo Avalle, director de la carreta Negocios Digitales y Coordinador del Laboratorio de Innovación y Emprendimientos de la UA, indicó que a lo largo de los años hubo un cambio en el enfoque de la universidad para con los estudiantes y viceversa.

"La Austral supo tener un tinte más corporativo, vos estudiabas acá y pensabas en ser gerente de una empresa u ocupar un cargo similar y a los estudiantes se les aseguraba su pasantía en tal compañía. De a poco, y luego de haber trazado todo un esquema de trabajo, los alumnos comenzaron a pensar en emprender y en generar sus propios negocios", señaló Avalle.

Ideatón Austral, actividad llevada a cabo en el Laboratorio de Innovación y Emprendimientos (LINE).
 

Bajo esta mirada, unos años atrás la Universidad armó el Laboratorio de Innovación y Emprendimientos (LINE), el cual cuenta con tres áreas. Una académica de grado y posgrado, relacionada a temas de innovación, startups y emprendimientos. Un área de investigación, donde se aborda la innovación dentro del agro y los alimentos. Y un área de laboratorio donde se incuban proyectos, bajo el objetivo de que puedan unir las necesidades del sector productivo con herramientas de tipo tecnológicas/científicas.

"Tanto alumnos como empresas se acercan a la universidad, habiendo logrado nuestro laboratorio un gran posicionamiento. Allí intentamos validar en los proyectos que se acercan, la hipótesis de negocio en terminos científicos y de mercado. A estos les sumamos muchas horas de mentorías, horas con profesores y toda una serie de procesos", indicó Avalle.

En este marco, dos jóvenes santafesinos idearon Bull Data, una plataforma de recolección y entrecruzamiento de datos del ganado, con el fin de lograr una mejora genética que se traduzca en mayor calidad y productividad al menor costo posible. En su momento, la propuesta ganó la competencia de planes de negocios de la Universidad Austral y ahora busca terminar las validaciones necesarias para salir al mercado.

"La UNL fue la primera universidad pública de Argentina en incubar una empresa de base tecnológica".

Pero si de innovación se trata, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) supo volverse un actor clave en lo que refiere al potenciamiento de empresas, sentando un precedente de relevancia nacional. Tal como señaló Javier Lottersberger, secretario de Vinculación y Transferencia Tecnológica: "La UNL fue la primera universidad pública de Argentina en incubar una empresa de base tecnológica".

Se trata de la biotecnológica Zelletek, que hoy forma parte del grupo Amega Biotech, pero que en sus inicios supo alojarse en las instalaciones de la UNL, con quien firmó un primer convenio en noviembre del año 1992. Actualmente, la firma tiene sus plantas radicadas en el Parque Tecnológico Litoral Centro, del cual la universidad es uno de sus principales accionistas.

"Hace quince años que se creó la Secretaría de Vinculación Tecnológica y es una política bastante fuerte que tenemos. En ella funcionan dos áreas, una que es la parte bien dura de vinculación que tiene que ver con lo que los docentes e investigadores de la facultad producen y después todo lo que tiene ver con emprendedores y la generación de nuevas empresas", explicó el secretario.

Dentro del llamado proceso de incubación que se realiza en universidades, los proyectos pasan por distintos estadíos. Un primer momento son aquellos que se encuentra en etapa de idea y llegan, muchas veces de la mano de estudiantes. Según Lottersberger, en la UNL hay alrededor de 90 que circulan por distintos programas y convocatoria como UNL Potencia, Proyecta Bío, Ideal L Team, entre otros.

Jornadas Internacionales de Jóvenes Emprendedores en la UNL.
 

A su vez, la UNL tiene Expresiva, una incubadora para proyectos culturales en conjunto con la Municipalidad de Santa Fe y el secretario de Vinculación Tecnológica informó que en este momento hay seis startups que están siendo incubadas dentro de sus instalaciones. También nombró el caso de la ciudad de Esperanza, que tiene su incubadora IDEAR, la cual aloja alrededor de 30 propuestas, más ligadas a desarrollos productivos.

Know how al servicio de las pymes

Más allá de su trabajo con empresas y emprendimientos del sector científico tecnológico, las universidades ponen a disposición sus conocimientos en lo que refiere al trabajo con pymes e inclusive con grandes industrias. Es que así como surgen empresas nacientes que hacen de la innovación su propuesta de valor, otras ligadas a sectores, bien se podría decir "más tradicionales", buscan innovar como forma de renovar su perfil o abrirse paso en nuevos nichos.

En este sentido, Salvatierra precisó que la sede de la UCA en Rosario nació de la mano del polo petroquímico ubicado en las ciudades del cordón industrial cercanas a Rosario. "Nuestra facultad tiene en su propio ADN la cercanía con el sector productivo, está bastante arraigada y esto la diferencia de otras que tienen un perfil más académico como en el caso de la Universidad Nacional de Rosario", indicó.

"Con esta pyme empezamos proyectos de investigación, uno de los cuales llamó la atención e la empresa Pampa Energía".

Las iniciativas de la UCA para con las empresas productivas giran en torno a temáticas como la biorremediación de hidrocarburos y reciclado y disminución de cargas contaminantes. De hecho, el referente de la universidad contó que comenzaron un vínculo con la firma sanlorencina, Solamb, que produce biogás, un tipo de energía renovable, resolviendo un problema medioambiental con tecnología nacional. 

"Con esta pyme empezamos proyectos de investigación, uno de los cuales llamó la atención de la empresa Pampa Energía y hoy estamos rubricando un convenio específico de trabajo a tres años para realizar un estudio de su planta de tratamiento de afluentes y de los lodos, los cuales todavía se consideran residuos peligrosos. Vamos a aplicar nuestros know how para ayudarlos a resolver ese problema", precisó Salvatierra.

"Nuestro rol es complementar ese saber hacer con la capacidad científico tecnológicas que tienen los grupos de la universidad".

Por su parte Melina Dufek, coordinadora del área de asesoramiento a empresas- UVT de la Universidad. Nacional del Litoral, señaló que el eje de trabajo con empresas viene asentándose desde hace años y llevó a que en 1994 se cree el Centro para la Transferencia de los Resultados de la Investigación (Cetri), que tiene objetivo pensar políticas y desarrollar acciones que faciliten la vinculación y transferencia de conocimiento de la UNL hacia el sector productivo, como destinatario clave.

"Muchas son pymes de tradición familiar donde hay un saber hacer de muchos años, pero somos conscientes de que para competir en el mercado necesitan diferenciarse y la innovación es una herramienta muy fuerte. Nuestro rol es complementar ese saber hacer con la capacidad científico tecnológica que tiene los grupos de la universidad", detalló Dufek.

Desde el Programa UNLBio se acompañan emprendimientos que proponen soluciones a partir de la producción y utilización de recursos biológicos renovables.
 

Así como muchas veces son las empresas las que acuden a la universidad, también es la universidad la que sale en busca de ellas. Según Dufek, a lo que apuntan es a generar una comunidad de conocimiento, en donde desde la UNL se les comparte a las mismas información de interés vinculado a la innovación y el desarrollo.

"Damos a conocer desde líneas de financiamiento que salen de distintos organismos o de parte de los gobiernos, hasta desarrollos puntuales que llevamos adelante con investigadores y personal científico de la universidad y que pueden servirles para incorporar a sus procesos productivos", explicó la directiva y citó de ejemplo una iniciativa que contempla la fabricación de una serie de alimentos a partir de lactosuero, un desecho altamente contaminante que las industrias lácteas suelen arrojar al no saber qué hacer con los mismos.

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