Esta semana tomó estado público en Venado Tuerto una denuncia realizada por clientes, empleados y proveedores de una empresa de viviendas industrializadas, cuyo dueño “desapareció de un día para el otro” dejando una importante deuda y trabajos sin entregar. Más allá de esta situación particular, la ciudad se ha tornado tierra fértil en los últimos años para la instalación de este tipo de emprendimientos comerciales, al punto que existe una iniciativa de declarar a Venado Tuerto como “capital nacional de la vivienda industrializada”.

Los motivos que llevan a diferentes empresarios a montar estos negocios en la ciudad son difusos. No existe una promoción industrial de parte del Estado ni ventajas comparativas en relación a otros puntos del país. Por eso las razones parecen en realidad estar enfocadas en las características propias que presenta el mercado inmobiliario y la inserción que logran estas viviendas premoldeadas que se levantan rápido, son más económicas y se terminan pagando en cuotas.

Si bien no hay un número preciso, el año pasado al solicitar la Banca Ciudadana en el Concejo Deliberante para impulsar la declaración de capital nacional, el maestro mayor de obras Marcelo Villarreal aseguró que existen alrededor de 70 emprendimientos de construcción de estas viviendas en Venado Tuerto.

Entre tanta diversidad, hay empresas que llevan muchos años instaladas, otras en camino de expansión y unas cuantas de incipiente aparición. Muchas de ellas montaron sus fábricas en la ciudad, donde la principal tarea es elaborar los módulos premoldeados con los que se levanta la estructura, que luego se reviste con ladrillos.

Un dato de color: en su visita a Venado Tuerto en abril de 2019, el entonces presidente Mauricio Macri recorrió una fábrica de viviendas industrializadas, donde dialogó con los trabajadores y se interiorizó por el sistema.

Ganando mercado

El mercado inmobiliario en la región suele moverse al ritmo de la cotización de la soja, por eso los dividendos que genera el sector agropecuario son el gran motor de la construcción. En el corazón de la Pampa Húmeda, no hay dudas respecto a quién tracciona la economía.

Por fuera de ese círculo, una familia promedio -además de las dificultades que tiene para acceder a un terreno por los valores que se manejan- se encuentra luego con la imposibilidad de edificar sin un respaldo crediticio oficial, como es el Procrear.

Un informe de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Facultad Regional Venado Tuerto revela que en abril de 2021 el costo del metro cuadrado de construcción en la ciudad se ubica por encima de los 82 mil pesos, con un incremento del 6,28 por ciento en relación a marzo y un acumulado superior al 15 por ciento en lo que va del año.

En ese contexto, las viviendas industrializadas fueron ganando terreno junto a otros sistemas de construcción en seco, como el steel frame, porque reduce costos y tiempos. Por eso, más allá de la calidad de las edificaciones que suele verse en los detalles de terminación y en la perdurabilidad de los materiales, la verdadera puja entre las empresas del rubro está en la financiación que otorgan.

El sistema funciona con la entrega de un anticipo y luego cuotas fijas, lo que acerca a una familia de ingresos medios al sueño de la casa propia. Similar al método que suele emplearse en Estados Unidos, la evolución en la calidad del sistema constructivo ha logrado dejar atrás los prejuicios que existían hace algunas décadas sobre las “prefabricadas” y hoy muestran ventajas en torno al aislamiento térmico e incluso la posibilidad de readecuar los ambientes con las placas de yeso a un bajo costo.

Una cámara que consolide

“Hay que proteger al consumidor porque hay empresas que le ponen un calco a una camioneta y la gente compra sin saber qué hay detrás y cuál es el respaldo que tiene”, señaló oportunamente Marcelo Villarreal, que además de impulsar la declaración de capital nacional, pidió por la creación de una cámara que reúna a las empresas del rubro para generar un marco regulatorio.

La idea es darle confianza al comprador, pero también beneficios a los propios empresarios que podrían gestionar compra de materiales en conjunto, generar muestras, entre otras actividades que les permitan promocionarse y abaratar costos.

Un porcentaje importante de las firmas instaladas en la ciudad comercializan hacia distintos puntos del país, a partir de una red de vendedores o directamente con sucursales, dependiendo el nivel de desarrollo que presente cada una. En el caso puntual de la empresa aludida en el inicio de esta nota, que fue denunciada por estafa, se encontraba en plena expansión y nada hacía prever que terminaría de esta manera.

Con los recaudos que el caso requiere al firmar un contrato y muchas veces entregar los ahorros de una vida, este sistema se consolida cada vez más en el mercado de la construcción y parece haber encontrado en Venado Tuerto una valiosa plataforma de despegue, generando empleo y soluciones habitacionales para que el techo propio pueda finalmente dejar de ser tan solo un sueño.