Massa busca cerrar con agroexportadores y prepara medidas para sumar reservas

El ministro de Economía comienza a sentir las primeras piedras en un camino lleno de urgencias. Las dificultades para terminar de armar el equipo y los límites para satisfacer demandas contradictorias

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El ministro de Economía Sergio Massa busca mostrar después de una semana en el Palacio de Hacienda algunos resultados relacionados con las medidas anunciadas el miércoles.

El primer objetivo es mostrar una mejora en la acumulación de reservas en el Banco Central (BCRA), más aún después de registrar pérdidas por más de 700 millones de dólares en su primera semana como ministro. Como ocurrió desde la época de Guillermo Moreno a la gestión de Mauricio Macri, es mostrar que el acuerdo con la agroexportación se traduzca en ingresos por unos 5.000 millones de dólares a modo de adelanto. ¿Aparecerán? A la cotización actual algunos analistas del sector desconfían.

La obsesión de Massa -y de quien se sentara en esa silla- es tratar de estabilizar la escalada de los dólares financieros y el volátil dólar blue para después apuntar a reducir la brecha cambiaria y así dar la sensación que se está al mando del tablero de comando. 

Según fuentes del mercado, el ministro analiza un esquema de swap o canje con exportadores para adelantar divisas vía contratos a futuro con los que permitirían adelantar ingreso de dólares. Pero aún es una idea que está en borrador.

Massa anunció ayer por redes sociales que mañana se conocerá un decreto para darle a las petroleras un esquema de incentivos para aumentar las exportaciones y generar más divisas.

Por otra parte, el aún inconcluso equipo económico evalúa además medidas para que el turismo extranjero ingrese divisas de forma oficial y a través de los conserjes de los hoteles y cuevas.

¿Hay equipo?

Pero Massa, en paralelo, buscará de mostrar esta semana que hay equipo económico completo. El frustrado nombramiento de Gabriel Rubinstein como secretario de Política Económica (viceministro de Economía) por sus declaraciones públicas en redes sociales contra el kirchnerismo se tornaron incompatibles para un escenario de extrema complejidad como el actual.

Otro punto a resolver para el ministro de Economía es la Secretaría de Energía. Todas las referencias son que el actual secretario, Darío Martínez, no continuará en el cargo. Pero los intereses en juego en un sector clave para la generación de divisas como el petrolero y, en particular, de negocios como Vaca Muerta, ya provocan duras disputas con empresarios y lobbistas locales e internacionales -con intereses en esa cadena- dilatan definiciones. También en torno a la segmentación de tarifas.

Para distintos puestos ya recibió un "no" como respuestas, varios porque les va mejor como consultores estrellas cercanos al gobierno, que viéndose tomar medidas que serían contrarias a sus dichos en disertaciones y dossiers.

¿Fondos frescos?

El arribo de Massa despertó ciertas expectativas entre algunos sectores inversores que ven con buenos ojos su cercanía con Washington. Pero esta misma semana ya comenzó a dar señales hacia China, que también promete recursos frescos para salir a flote de este escenario más que complejo. Eso quedaría en manos de Lisandro Cleri, que arriba al Banco Central.

Pero todas estas manos de ayuda seguramente demandarán como contrapartida definiciones de largo plazo como la concesión de la hidrovía y de redes de telecomunicaciones de 5G.

Llegaron las primeras críticas

Pero también hubo ya críticas de bancos de inversión Goldman Sachs y J.P. Morgan y la calificadora Moody´s, que piden más medidas ortodoxas a las adoptadas para estabilizar la macro. Y la idea de la negociación con bancos internacionales y un fondo soberano para generar un un "repo" -que desde su equipo dejaron trascender el fin de semana pasado- estaría aún lejos de concretarse.

Lo único fresco que podría venir de afuera son algunas líneas del BID, dada la buena relación de Massa con su titular Mauricio Claver Carone. Y poco más.

Con todo, podría sumar unos 2.000 millones de dólares de organismos internacionales. Sabor a poco si tenemos en cuenta que en los últimos ocho días hábiles salieron 1.000 millones del Banco Central.

Ni las divisas del agro, ni estas potenciales ayudas de organismos multilaterales -que no llegan de un día para el otro-, ni que el clima acompañe para disminuir la salida de fondos por la compra de energía, alcanzarían, por ahora, para frenar la velocidad que tiene de la sangría de divisas por estos días. De allí que la clave para Massa pasa por tratar de estabilizar la macro, sobre todo los dólares financieros, a través del fortalecimiento de las reservas del Banco Central.

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