Con un panorama que anticipa pocos viajes para el verano, muchos comercios con espalda económica decidieron apostar a expandirse abriendo nuevos locales en zonas que presentan alta circulación de gente. El objetivo es acaparar a todo el público que a raíz de la pandemia, este año pasará sus vacaciones en la ciudad o en casas quintas en localidades cercanas como Funes.
Sin embargo, estas aperturas trajeron aparejadas un nuevo esquema bajo la manga: el del polo gastronómico. Se trata de complejos a donde se instalan dos o más marcas, las cuales ofrecen al público una propuesta integral que incluye la comida y el postre. Por lo general, ofrecen opciones accesibles y sencillas de comer como pizzas por porción, hamburguesas y helado.
Al fenómeno que comenzó unas semanas atrás con la apertura de un complejo en el espacio donde supo estar el bar Munich, en la zona de la fluvial, le sigue la inauguración de un segundo sobre la Ruta 9 y calle Galindo, en Funes. Pero la racha continúa ya que comerciantes le anunciaron a Ecos365 la apertura de un tercer complejo en la zona norte de Rosario, en frente a la rambla Catalunya.
Diversificar la oferta
Marcelo Sulichín es asesor gastronómico y trabaja con gran cantidad de marcas dentro del sector. Según su análisis, las ventajas de abrir pequeños polos de comida son variadas y resultan muy efectivas en el actual contexto de pandemia, donde los negocios buscan llevar los gastos al mínimo y afilar estrategias para captar la atención del público.
"Son como los nuevos patios de comida a cielo abierto en shoppings, un esquema que está en crecimiento por esto de que se priorizan mucho el consumo al aire libre y con distancia. A las marcas le sirve porque muchas aprovechan para bajar costos de alquiler, de inversión en el armado y en la infraestructura del local, cierra por todos lados", destacó Sulichín.
Este año, el primero que aprovechó los meses de calor en alza para abrir sus puertas fue el de Avenida Libertad y Necochea, más precisamente en el espacio donde supo estar el emblemático ex bar Munich. El mismo alberga un drugstore, una franquicia de la heladería Gianduia y a la marca de pizza neoyorkina Lemmys, que está pronta a inaugurar un cuarto local en Funes.
El complejo funciona bajo una concesión municipal que posee la firma Cuatromasuno SRL, que fue la encargada de llevar adelante la apuesta comercial luego de haber cerrado las puertas de su restaurante Queens sobre Boulevard Oroño.
Pero Rosario tendrá un nuevo polo gastronómico que dará de que hablar en el verano y ocupará el lgar donde supo estar el bar Don Garcia, frente a la rambla Catalunya. Allí se instalarán dos marcas que también se encuentran en plena expansión y son la heladería Bajo Cero y La Pizzería de Las Tortugas Ninja, que en septiembre inauguró su segundo local en Rosario en la zona del Parque España,
Maximiliano Giménez Vera, uno de los socios de la pizzería, señaló a Ecos365 que se trata de una apuesta estratégica al tener el río a pocos metros, una de las atracciones principales para la gente que pasa el verano en la ciudad. Además, el lugar se encuentra al lado de la guardería Cocodrilo, lo que también garantiza un alto tránsito de personas.
"Nos pareció una propuesta muy interesante, cuando vos armás pequeños polos generás un mayor movimiento en la zona porque diversificás el consumo. Algunos vienen porque quieren tomar un helado, otros porque quieren tomar tragos, otros porque quieren comprar una pizza, generaste una propuesta variada y te garantizaste el flujo de gente", consideró Giménez Vera.
La gastronomía del futuro
La idea de negocio detrás de los polos también consiste en reconvertir una fórmula exitosa que es vieja en la ciudad: la de abrir heladerías en calles donde hay mucho negocios gastronómicos o cerca de un local puntual que sea popular entre el público. De esta forma, los clientes que van a cenar terminan muchas veces inclinándose por comer el postre.
Así lo señaló Fredy, dueño de Marbet, que tiene una de las sucursales de zona sur frente a la clásica pizzería Santa María: "el crecimiento de Marbet en la zona estuvo íntimamente ligado a la pizzería, ellos tienen clientes de toda la ciudad que se movilizan especialmente para comprarles y en muchos casos se terminan cruzando a nuestro local. De algún modo este tipo de complejos retoman esta idea y la diferencia está en que reúnen todo en un mismo lugar,".
Rosario no es la única ciudad que empieza a gozar de este tipo de espacios. Funes viene copando la escena gastronómica y recreativa, con negocios que abren sucursales con la expectativas de acaparar el gran flujo de personas que aterrizará este verano y que, según cálculos, triplicará su población con los turistas.
En las últimas semanas se vienen anunciando una larga serie de inversiones para la ciudad. Tal es el caso de la galaría de locales Estación Funes, que albergará en poco tiempo tres propuestas de relevancia para la zona: la hamburguesería Ronnie, la tienda de sushi Dashi y la heladería Salvador Helados.
"Este formato se terminó de instalar con la pandemia pero llegó para quedarse. Generalmente es más económico para la inversión inical y da mas aire financiero a los comerciantes. En Funes se está generando este nuevo polo gastronómico en un punto estratégico que va a crecer mucho en los próximos años a partir del sanatorio de prácticas ambulatorias que Grupo Oroño está construyendo en frente", precisó Sulichín.
Por su parte Reinlaldo Bacigalupo, quien lidera el desembarco de Ronnie y Dashi a Estación Funes, indicó a Ecos365 que "el futuro de la gastronomía está en los polos", al considerar que a los negocios les cuesta mucho en este contexto funcionar de forma individual o aislada, a menos que sean comercios tradicionales de la ciudad.
"La gente hoy prefiere salir a los polos, van con su pareja e hijos, con amigos, y ven que encuentran ahí. Capaz uno quiere comer sushi, el otro hamburguesa, el otro papa fritas, cada uno elige y así resuelven la cena", destacó Bacigalupo.

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